La docencia rosarina se hizo eco de la enésima muerte violenta que recae sobre un niño o adolescente en Rosario. Por eso ayer corrió por la mayoría de las escuelas la decisión de atravesar el primer día de clases de la semana con la bandera nacional a media asta, y la lectura de una carta gremial cargada de dolor y hartazgo ante tanta sangre cotidiana, la de sus alumnos.
"La situación es insostenible. La violencia protagonizada por las bandas narco-policiales se ha adueñado de la región. En las escuelas padecemos especialmente la gravedad de la situación. Llegar o salir de las escuelas se ha convertido en ocasiones en una situación de riesgo", expresó ayer Juan Pablo Casiello, titular de Amsafé Rosario.
Desde esa seccional gremial se difundió ayer un texto que fue leído en la mayoría de las escuelas públicas de la ciudad. Dicha carta decía lo que sigue a continuación:
"Basta de matar a nuestros alumnos y alumnas. La situación en la región es cada vez más grave. La violencia crece y cada día nos arrebata nuevas vidas. Cada día son más los pibes y pibas asesinados. Hoy, en una escuela de la zona norte de Rosario tenemos otro banco vacío. No es que se mudó. No dejó la escuela. Maxi, un chico de apenas 12 años fue asesinado. No podemos permitir que esto siga así. No podemos aceptarlo con resignación. Donde quedaron los derechos de las infancias cuando no se respeta ni el derecho a la vida. El Estado, los gobiernos, son los responsables de la situación. Hablan mucho pero no hace nada para frenar tantas muertes. Alcemos la voz desde cada escuela. Dejemos la bandera a media asta. Basta de matar a nuestros alumnos y alumnas".