La foto de las 11 ministras y funcionarias del gobierno de Lula da Silva en Brasil contrasta con el gabinete militarizado e integrado por mayoritariamente por hombres del expresidente Jair Bolsonaro. La marea verde que recorre la región y cuestiona el sentido común sobre los derechos sexuales y reproductivos logró la despenalización del aborto en Argentina, Colombia, México. La participación de las mujeres en la política y la creciente militancia feminista son dos hitos importantes para los feminismos de la región.
En poco más de una década la región latinoamericana registró importantes avances en igualdad de género: progresos en la participación de mujeres en la política, avances en la ampliación de derechos y una creciente militancia feminista que se evidencia en las calles cada 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. En esta fecha, miles de mujeres llenan las calles para mantener viva la voz de las mujeres y los derechos que faltan.
Avances registrados entre 2007 y 2022
Los principales avances y desafíos en materia de igualdad de género en Latinoamérica de los últimos 15 años fueron analizados en el informe de ONU Mujeres Democracia y desigualdad de género en América Latina y el Caribe: evaluación de una década y media (2007-2022).
Según el informe, en la ampliación de derechos para las mujeres y la lucha contra la desigualdad de género se destaca el aumento de la participación política femenina. A pesar de que los congresos están integrados mayoritariamente por hombres, América Latina y el Caribe está “a la cabeza del camino a la paridad en los parlamentos nacionales”.
En cifras, el documento de ONU Mujeres indica que la representación de mujeres en los congresos (cámara baja o legislativos de una sola cámara como sucede en Centroamérica) promedia un 33,8%. En el Caribe es de un 39,5%, en América del Norte (México) es de un 38%, en América del Sur es de 28,9% y en América Central es de 29,26%.
En los últimos 15 años Latinoamérica llegó a ser la región con mayor cantidad de mujeres presidentas. Cristina Fernández en Argentina, Dilma Rousseff en Brasil, Michelle Bachelet en Chile y Laura Chinchilla en Costa Rica.
Actualmente sólo hay dos mujeres jefas de Estado en América Latina. Xiomara Castro en Honduras es la primera mujer en asumir la presidencia del país centroamericano. Castro además integró en su plan de gobierno la agenda feminista de ampliación de derechos, un importante desafío en uno de los países más conservadores de la región.
En Perú con la presidencia de Dina Boluarte ocurre todo lo contrario. Boluarte asume la presidencia el 7 de diciembre de 2022 tras la destitución del presidente Pedro Castillo. Su gobierno es señalado por las crecientes denuncias de violaciones a los derechos humanos y la represión a la protesta social. En dos meses de manifestaciones 70 personas perdieron la vida, 48 de ellas murieron producto de disparos de la policía y el ejército.
Liderazgos y luchas destacadas
El informe de la ONU subraya “un conjunto de vicepresidentas muy visibles” con una militancia feminista, activismo por los derechos humanos con enfoque de género, raza y clase social, y en la lucha por el cuidado del medioambiente.
Un ejemplo es el caso de Francia Márquez. Por primera vez en la historia de Colombia una mujer negra llega a la vicepresidencia. Francia Márquez Mina es abogada y defensora del medioambiente. Su lucha por defender el territorio de las comunidades afrodescendientes ante el avance de los proyectos extractivistas fue reconocida en 2018 con el Premio Goldman de Medioambiente.
La región también fue testigo de un avance en la ampliación de derechos para las mujeres. La despenalización del aborto en Argentina, Colombia, Uruguay y México (y Cuba, donde el aborto es legal desde hace más de cuatro décadas). En México el avance se va replicando en cada estado. El año pasado Quintana Roo, Guerrero, Sinaloa y Baja California Sur se sumaron a los estados que aprobaron algún tipo de legislación para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo.
Además, algunos los países de la región aprobaron legislación sobre violencia de género y contra la discriminación basada en género. Países como Colombia, Ecuador, Argentina y Perú crearon ministerios de la Mujer para avanzar en el trabajo hacia la igualdad de derechos.
“Aunque el femicidio sigue siendo notoriamente alto, y la discriminación continúa viéndose reforzada por la vigencia de estereotipos de género y la ausencia de fiscalización”, precisa el documento.
En los 18 países analizados en el informe (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela) el delito de femicidio fue tipificado. Mientras que en 13 países aprobaron leyes integrales contra la violencia de género.
Violencia política contra las mujeres: la regresión conservadora
La participación política se ve opacada por la violencia política y social contra las mujeres latinoamericanas y caribeñas. Según el informe, existe actualmente una regresión conservadora que vino con un marcado “activismo social de los sectores más reaccionarios a la lucha contra la desigualdad de género y a las políticas de reconocimiento de los derechos de la diversidad sexual”.
“Esta reacción ha sido liderada por sectores conservadores de la Iglesia católica y, en particular, de las iglesias protestantes y neo-pentecostales, con vocación decididamente política”, reconoce el informe de ONU Mujeres.
“Se manifiestan en la oposición a la agenda de derechos sexuales y reproductivos, a las políticas sobre identidad de género, a la incorporación del lenguaje inclusivo en la política pública, y a la legislación que protege a las mujeres en materia de derecho civil y de familia”, reconoce el documento.
En esta línea, los asesinatos y atentados contra lideresas latinoamericanas son la cara más visible de la violencia política que enfrentan las mujeres de la región que participan en política: El asesinato de la lideresa indígena y defensora del medioambiente Berta Cáceres en Honduras (2016), el asesinato de la concejala negra que se oponía a las milicias militares y paramilitares, Marielle Franco en Brasil (2018), el intento de asesinato contra la vicepresidenta de Argentina Cristina Fernández (2022) y el atentado contra la vicepresidenta de Colombia Francia Márquez (2023).
La creciente militancia feminista
Esta semana, como cada Día Internacional de la Mujer se evidencia el crecimiento de la militancia feminista. El paro internacional y las masivas movilizaciones en Latinoamérica son una muestra de la fuerza que toman los reclamos de miles de mujeres sobre sus derechos.
“La participación de las mujeres en la sociedad civil se incrementó un 30% en las últimas cuatro décadas”, indica el informe de ONU Mujeres que también destaca “la proliferación de organizaciones de la sociedad civil y redes nacionales e internacionales que abogan por los derechos de la mujer ha sido notable”.
La marea verde a favor de la legalización del aborto, el NiUnaMenos contra los femicidios, ambos iniciados en Argentina hoy recorren las calles de toda Latinoamérica. El pañuelo verde es sinónimo de ampliación de derechos sexuales y reproductivos incluso en los países con las leyes más restrictivas como en Honduras y El Salvador, donde la interrupción voluntaria del embarazo está penada y las mujeres pueden enfrentar penas de 30 años de prisión por una emergencia obstétrica.