Desde Bolonia

En el imponente marco del Palazzo Re Enzo, una construcción del siglo 13 que se destaca entre la belleza medieval del centro histórico boloñés, la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Bolonia entregó sus premios en una fiesta organizada "donde todo comenzó". Hubo un despliegue especial por la celebración del aniversario redondo. Ocurre que, sesenta años atrás, fue en este palazzo donde se hizo la primera feria dedicada a los libros para las infancias, en el contexto de una ciudad de gran efervescencia cultural, marcada por el pulso de su prestigiosa universidad. 

Con el tiempo esta feria se transformó en la más importante del mundo dedicada exclusivamente a los libros para las infancias; con 1.400 expositores y 30.000 visitantes profesionales (no hay venta de libros al público en general), es el gran polo de venta de derechos. Y es también la gran vidriera con el peso de su muestra de ilustradores y sus premios, que este año tuvieron a un libro argentino como ganador en la categoría Ficción: Todo lo que pasó antes de que llegaras, de Yael Frankel, editado por el sello Limonero

Tras la premiación, que fue por la noche a toda gala, al día siguiente en la feria hubo una mesa dedicada a presentar el premio a Todo lo que pasó... y a explicar los motivos de la elección de este libro entre 2349 presentados por 644 editoriales de 59 países, con la presencia entre otros del cónsul general en Milán, Luis Niscovolos. Uno de los miembros del jurado, el diseñador, escritor y docente italiano Ricardo Falcinelli, elogió a Frankel por haber creado "una manera de dibujar completamente nueva", con un relato gráfico "que al principio parece el de un niño, pero que luego se descubre que no lo es", logrando un relato "fuertemente poético". La ilustradora contó que, entre otros recursos, dibujó sobre papel carbónico, negro sobre negro, para buscar aproximarse a ese trazo de un niño. Los editores relataron el proceso creativo que llevó la obra, desde la idea inicial de la autora hasta transformarse en libro.      

El impulso que significan estos premios es palpable: tras el anuncio, los derechos del libro premiado fueron vendidos en Italia, Portugal, Corea, y hay más ofertas en inglés, chino, francés. "Es un posicionamiento importante y es un gran estímulo para seguir publicando", dicen Lulú Kirschenbaum y Manuel Rud, los editores. "Nos enorgullece el recorrido. Empezamos como un sello de traducciones, veníamos a esta feria sobre todo a comprar derechos de libros que veímos y nos encantaban. Hoy estamos más parados del lado de la venta de esos derechos, son otros los que eligen nuestros libros y es gratificante saber que en Corea, por ejemplo, hubo una puja por la compra entre varias editoriales". 

Otro libro argentino que recibió un reconocimiento en esta feria es Vida del muerto, de David Wapner y Matías Trillo, publicado por Calibroscopio, que fue seleccionado entre los Braw Amazing Bookshelf. También la editora de este sello, Judith Wilhelm, está en el stand argentino de esta feria. Aquí ha comprado y vendido derechos, también, como es de uso aquí donde la ilustración es la estrella, recibe a ilustradores que vienen a mostrarle sus portfolios, a ofrecer sus trabajos y establecer contactos. Los hay de todo el mundo, muchos son argentinos que viven en otros países. 

Wilhelm muestra un folleto de Lituania, un país que tiene una gran presencia en esta feria, donde se enumeran todas las líneas de ayuda estatales a la publicación de libros lituanos en otros idiomas. "Siendo una editorial chica, como muchas de las que vienen a esta feria, comprar un libro lituano me facilita mucho las cosas, porque una parte del costo es compartido con ese país, a través de estos fomentos que tienen ellos. Es una inversión que hacen muchos porque entienden que sus libros son su marca país. Sería buenísimo que, además del Programa Sur de apoyo a la traduccción del libro argentino de Cancillería, que es muy útil cuando hay texto (ver nota aparte), se abrieran otras líneas de fomento que contemplen al libro álbum", señala. 

"Sigo muy sorprendido por el interés que hay por nuestros libros en distintos países", dice Ramiro Villalba Garibaldi, director de AZ y otro de los editores argentinos que vinieron a esta feria. Los libros de esta editorial se publican en Canadá, Rumania, Bosnia, Rusia, Corea del Sur, Emiratos Arabes Unidos y Estados Unidos. También se venden en este último país, aunque en pequeñas cantidades: la dificultad para vender libros afuera, aún en países vecinos, dado el sistema de consignación que tienen los libros y lo difícil que es hacerlo encajar en el circuito de exportaciones, es mencionada por todos los editores.        

El editor de AZ cuenta con orgullo que los libros de esta editorial tienen la certificación oficial de "Marca País": son bienes que representan a la Argentina en el mundo, y así lo deja expresado este reconocimiento. Algo que queda claro al ver el gran lugar que ocupan los libros argentinos para las infancias y juventudes en el escenario mundial que expone, reunido en una frenética y por momentos inabarcable mega exposición de libros e imágenes, esta Feria de Bolonia.