La precariedad de la vida y las violencias patriarcales se potencian para generar más víctimas. Catorce mujeres que se encontraban en situación de calle en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) fueron asesinadas entre 2015 y 2021, y nueve de esos crímenes fueron considerados femicidios, es decir que un 64 por ciento de los crímenes han sido motivados por el género, según un informe publicado por la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM). “Las personas en situación de calle se ven expuestas a contextos de violencia estructural y a episodios cotidianos relacionados con la criminalización de la pobreza y la persecución policial a través de prácticas de hostigamiento, discriminación y violencia física y verbal”, destacó el relevamiento de la fiscalía especializada a cargo de la fiscal Mariela Labozzetta, y precisó que las mujeres “sufren particularmente la hostilidad en ese contexto y atraviesan situaciones específicas de violencia, vinculadas a las estrategias de supervivencia y a las de desigualdad de género”.

En el informe --realizado con un enfoque cuantitativo a partir de la lectura de las causas judiciales-- se demostró que “la violencia letal contra las mujeres en situación de calle se incrementó exponencialmente en los últimos años”. Mientras que en 2019 solo el 6 por ciento de los homicidios dolosos de mujeres en la ciudad tuvo como víctimas a mujeres en situación de calle, en 2020 esta proporción alcanzó el 21 por ciento y en 2021 el 23 por ciento. De 2015 a 2021 se produjeron en la Ciudad de Buenos Aires 155 homicidios dolosos de mujeres cis, mujeres trans y travestis, entre las cuales el 9 por ciento se encontraba en situación de calle (14 asesinatos). Durante los años 2020 y 2021 se observó una tendencia creciente de mujeres en situación de calle que fueron víctimas de homicidios dolosos, con y sin motivos de género. El incremento en la cantidad de mujeres en situación de calle víctimas de violencia letal coincidió con el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) dispuesto en el marco de la pandemia por Covid-19. “Este contexto sanitario tuvo profundas implicancias a nivel social y económico, disminuyendo de manera sustancial la circulación de personas y bienes en la vía pública, volviéndose más escasos los recursos de subsistencia para la población en situación de calle, y consecuentemente agudizando las condiciones estructurales de violencia sobre estos grupos”, explicaron desde la UFEM.

Las mujeres en situación de calle que fueron víctimas de homicidio tenían en promedio 43 años, en coincidencia con la media de edad para todas las víctimas femeninas de homicidios del período 2015-2021. El 30 por ciento tenía entre 18 y 29 años. La Unidad Fiscal a cargo de Labozzetta señaló que al menos el 43 por ciento de las víctimas en situación de calle (6 casos) presentaba consumos problemáticos de sustancias. El 29 por ciento (4 casos) tenía algún tipo de afección mental o psiquiátrica. “Entre las personas en situación de calle es mayor la prevalencia de problemas de salud, incluyendo los de salud mental. A la situación de extrema vulnerabilidad que representa la situación de calle, se le agregan las dificultades para acceder al sistema de salud, concluir los procesos de tratamiento especializado y acceder a medicamentos”, plantearon en el estudio.

El 50 por ciento de las víctimas tenía hijas e hijos de entre 0 y 37 años, en 4 casos niñas y niños menores de edad. Los 14 homicidios analizados por la UFEM fueron perpetrados por 17 autores. En 2 casos se trató de hechos con autores múltiples, 2 y 3 agresores, respectivamente. Al menos el 67 por ciento de los victimarios también estaban en situación de calle. La Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres informó que el 47 por ciento de los autores de estos homicidios permanecen sin ser identificados. El informe reveló que el 53 por ciento de las víctimas en situación de calle conocían previamente a sus agresores; se establecieron 17 vínculos para los 14 homicidios: 7 de pareja y 2 conocidos o vecinos.

La mitad de los homicidios analizados (7 casos) fueron cometidos en un contexto de violencia intrafamiliar o de pareja, 2 en ocasión de robo, 2 en situaciones desconocidas y otros 3 en contextos diversos. “Las circunstancias en las que se despliegan los hechos son semejantes para los casos de víctimas en situación de calle y los de mujeres en otras situaciones habitacionales. En ambos subuniversos predominan los contextos de violencia intrafamiliar y/o de pareja, con la mitad de los casos, seguidos por circunstancias de robo”, detallaron en el estudio.

La distribución territorial de los homicidios dolosos de mujeres en situación de calle es dispersa. La Comuna 1 registró 5 casos (36 por ciento) y la Comuna 14 3 casos (21 por ciento); entre las dos concentran más de la mitad de los hechos. Las Comunas 2 y 7 reúnen 2 casos cada una. Por último, las Comunas 3 y 15 presentan 1 caso cada una. “Tanto la población en situación de calle como los hechos de homicidios que afectaron a mujeres muestran una mayor concentración en el área Este de la Ciudad de Buenos Aires”, observaron desde la UFEM. En el subuniverso de homicidios dolosos de mujeres en situación de calle, el 64 por ciento de los casos presentaron violencia con motivos de género y fueron clasificados como femicidios. “Permanecer en situación de calle expone a las mujeres a riesgos diferenciados: es un espacio densamente masculinizado, donde se reproducen mecanismos estructurales de dominación y desigualdades de género”.

Informe: Karla Góngora