"Hoy hay formas más sutiles de clausurar los sueños de quienes creen que un mundo diferente puede ser posible. Ya no son tanques, pasa en los tribunales." La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner expuso con esas palabras las nuevas modalidades con que el poder sigue persiguiendo y combatiendo a los proyectos nacionales y populares, en una línea de continuidad entre la última dictadura y la actualidad. De hecho, advirtió que la sociedad argentina y la dirigencia política fueron "absolutamente disciplinadas" por la dictadura militar y que eso todavía hoy se expresa en los discursos "que dicen 'esto no se puede' o 'contra el FMI no se puede ir'". Fue en el Senado de la Nación, en un acto de homenaje a las Abuelas de Plaza de Mayo, al cumplirse 45 años de la fundación de la organización. Estela Barnes de Carlotto, Sonia Torres de Parodi, Carmen Ledda Barreiro y Buscarita Imperí Roa recibieron la mención de honor “Juana Azurduy” por su “lucha inquebrantable” contra la política sistemática de apropiación de bebés bajo el terrorismo de Estado y por sus contribuciones en el campo de los derechos humanos. El discurso de CFK fue acompañado por el cantito del público, donde se mezclaban legisladores, funcionarios, dirigentes políticos y sociales, militantes: "Presidenta, Cristina presidenta...".
El homenaje fue una propuesta de la senadora nacional Nora del Valle Giménez, quien participó también del acto. “Fueron las Abuelas de Plaza de Mayo las que demostraron a todos los argentinos y al mundo entero que era una política sistemática del gobierno de la dictadura el robo de bebés -recordó-. Las Abuelas lograron la identificación y la restitución a sus familias legítimas de más de 130 niños. Varios de ellos son los nietos que hoy con mucho orgullo nos acompañan en este acto”, dijo. “A cuarenta años de democracia, a las Abuelas las abrazamos con el corazón”, sostuvo y le agradeció a la presidenta del Senado por la celeridad en la respuesta a su pedido. Ese fue el primer momento en que el auditorio se unió en un canto que pausó los discursos: “¡Cristina presidenta!”, al que también se sumaron las Abuelas.
La distinción “Mención de Honor Juana Azurduy de Padilla” es otorgada a personas físicas o jurídicas que hayan obtenido logros de interés para sus comunidades propendiendo al bien común y defendiendo la soberanía, la independencia y la integración de los pueblos. Al encuentro realizado en el salón Azul del Palacio Legislativo asistieron los ministros del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro; de Defensa, Jorge Taiana; de Justicia, Martín Soria; de Cultura, Tristán Bauer, así como el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, legisladores, representantes de organizaciones de derechos humanos y sindicales, también autoridades universitarias.
“Merecemos esta patria. Hay que luchar por la verdad, por la historia, por la conciencia argentina, para que esta patria sea cada día más nuestra, como querían nuestros 30 mil desaparecidos”, sostuvo Estela de Carlotto, en representación de Abuelas. Señaló que es necesario “ayudar a pensar” a los más jóvenes ante la prédica de aquellos que “blasfeman, mienten, atrofian la mente de los chicos”. Y recordó que "faltan 300" nietos por encontrar y las Abuelas "ya muchas cosas no podemos hacer, pero los nietos lo hacen por nosotros. Gracias en nombre nuestro y de las Abuelas que también están arriba y nos están ayudando y a esta mujer", dijo, en referencia a CFK.
Las palabras de CFK
Luego fue el turno de la vicepresidenta. “Ustedes tuvieron la valentía que no tuvimos tantísimos otros argentinos de salir a la calle y enfrentar lo que nadie enfrentaba porque el resultado era seguramente la desaparición o la cárcel”, les dijo a las Abuelas. Emocionada, la vicepresidenta recordó a Néstor Kirchner y la política de derechos humanos que impulsó desde la Presidencia. “Él sintió que había cumplido con una generación de argentinos y argentinas que ejercieron sus convicciones y también sus equivocaciones y errores. Si se equivocaron, se equivocaron poniendo su cara, su cuerpo y su sangre. No como otros políticos que se equivocan y los que ponen las cosas son el pueblo, la gente y todas las generaciones que ven frustradas sus ilusiones y sus esperanzas”, contrastó. "El rol que tuvo Néstor fue el de ser un gran indisciplinado. Y yo, que fui su discípula, por ahí, más o menos también", expresó.
La vicepresidenta dijo recordar "como si fuera hoy" el día en el que
Estela Carlotto encontró a su nieto, el 5 de agosto de 2014. "Estaba en
Olivos, serían las dos o tres de la tarde, y mi secretario me dijo:
Encontraron el nieto de Estela. Ahí se me vino a la memoria Néstor,
porque toda la vida él me había dicho 'Estela va a encontrar a su
nieto'. No sé por qué, pero tenía la absoluta convicción", relató. CFK
remarcó que Argentina "es un ejemplo en el mundo" porque "es el único
lugar donde (los criminales) fueron juzgados en el mismo país donde
habían cometido las atrocidades". "El 'Nunca Más' es en serio porque el
horror que se vivió hoy no sería tolerado por Argentina ni ningún
país del mundo".
Las palabras de la expresidenta llegaron en la víspera de que se conozcan los fundamentos del fallo en la causa Vialidad, donde fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Sin mencionar la palabra "proscripción", afirmó que “hoy hay formas más sutiles de clausurar los sueños de aquellos que piensan que un país diferente es posible... Ya no son tanques, pasa en los tribunales”, sostuvo.
En su discurso intercaló también mensajes al interior del oficialismo. Primero, con un comentario breve que pareció apuntar a supuestas expresiones de Alberto Fernández y su entorno: “En un off se dicen barbaridades que después se niegan”, deslizó con ironía CFK. Luego, afirmó que el accionar desplegado por el terrorismo de Estado generó una dirigencia temerosa” que no se atreve a contrariar determinados poderes. Eso, dijo, se vislumbra "en el disciplinamiento de la sociedad y la dirigencia política, que dicen 'esto no se puede' o 'contra el FMI no se puede ir'". Por eso, sostuvo que se equivocan quienes creen que los represores de la dictadura "fracasaron porque fueron condenados a cadena perpetua. Han disciplinado a la sociedad", insistió. En ese contexto, volvió a ponderar la "valentía" de las Abuelas de Plaza de Mayo: “Aun cuando hayas ocupado los más altos honores, no hay más alto honor que haber cumplido con tus convicciones, con tus sueños y con lo que te comprometiste con la sociedad”.