La introducción de la gripe aviar en las granjas de producción avícola provocó el cierre de las exportaciones de carne de ave. Los tiempos de espera para que la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) determine la posibilidad de reabrir las exportaciones son entre tres y seis meses sin que se detecten nuevos casos de influenza aviar en granjas productivas.
Así lo explicó a Salta/12 Raúl Díaz Pardo, coordinador temático de Sanidad Animal del Centro Regional Noa Norte del SENASA, al ser consultado por la situación epidemiológica actual que ya alcanza a 10 provincias (Córdoba, Buenos Aires, Neuquén, Santa Fe, Río Negro, Jujuy, Santiago del Estero, San Luis y Chaco, además de Salta).
Pese a que la alerta se prendió en la zona de la frontera norte, las áreas más afectadas por ahora son el centro y el sur del país. “Es una enfermedad que recorre los países con las aves silvestres que migran buscando el calor”, explicó Díaz Pardo al indicar que ingresan desde el norte del continente, por las corrientes del Pacífico y el Atlántico.
“El primer caso positivo en Argentina (detectado en Jujuy) se logró registrar tras un robusto trabajo interinstitucional de organismos nacionales y provinciales que estaban con vigilancia”, explicó el veterinario al recordar que a mediados de febrero se hizo la detección en Laguna de los Pozuelos, para días después registrar el primer y único caso (hasta ahora) en un gallinero ubicado en Cerrillos, Salta.
Respecto a la esperanza de que con el frío las aves se retiren y con ellas el virus que genera la gripe aviar, el especialista sostuvo que el problema es que las aves locales ya están infectadas, por lo que las medidas más contundentes deben dirigirse a las acciones sanitarias de contención y detección temprana del virus con el fin de evitar su propagación.
Otra posibilidad deslizada por el ministro de Producción salteño, Martín de los Ríos, es que se divida al país entre los que puedan exportar y los que no, dependiendo de la evolución de los contagios. “La zonificación es una alternativa que la OMSA puede evaluar”, respondió Díaz Pardo.
Afirmó que mientras tanto se continuará con rastrillajes, inspecciones de la población aviar, auditorías en el cuidado de la bioseguridad de las granjas, control de vigilancia y atención de sospechas.
Recordó que no se contrae este virus por comer carne u otros derivados de las aves, pero que las personas deben evitar manipular aves enfermas o muertas. Además, se desconocen casos de transmisión del virus de persona a persona.
En caso de encontrar aves con síntomas de enfermedad, o directamente fallecidas sin causa conocida alguna, se debe comunicar de la situación al SENASA. Para ello se puede concurrir a cualquiera de sus oficinas; por medio de la aplicación “Notificaciones Senasa”, enviando un correo electrónico a [email protected]; ingresando al apartado “Avisa al Senasa” de la página web del organismo o enviando un whatsapp al 11-5700-5704.
Incidencia en el precio
Débora Castilla, veterinaria de granja La Florinda, había manifestado su preocupación ante la incidencia que podría tener el cierre de las exportaciones por la gripe aviar en el precio del pollo.
En el caso de la granja ubicada en El Carril, que se dedica a la producción de pollo fresco, afirmó que si bien no había cambios en el mercado, el sobrestock podría incidir en la baja del precio del producto. “Estamos con precios atrasados hace varios meses y los precios de granos están muy altos. Es difícil cubrir los costos”, afirmó en una nota con Radio Nacional.
Juan Kútulas, productor de la firma Huevos K, por su parte, indicó que las exportaciones en el caso de este producto no inciden en la medida que sí lo hace la venta de carne de pollo al exterior.
La particularidad del huevo es que se exporta solamente el 3 por ciento “y lo que se exporta es huevo en polvo, que es termoprocesado y por lo tanto, no se corta la exportación”. Como ejemplo, contó que si bien Japón cerró por un momento las importaciones, tras las intervenciones de organismos nacionales, reabrió el intercambio comercial del huevo en polvo. Por ahora los únicos que mantienen cerrados su mercados a este insumo en particular son Colombia y Chile.
Kútulas explicó que el precio es "estacional", dado que crece su demanda por las Pascuas, pero también porque cuando hay una situación económica conflictiva "lo que más consume la gente es pan y huevo".