Legisladores porteños aprobaron este jueves por unanimidad la eliminación del impuesto a los consumos con las tarjetas de crédito, aplicado por la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, tras el recorte de los fondos provenientes de la coparticipación.
El presidente Alberto Fernández sorprendió el 9 de septiembre de 2020 al anunciar que le quitaría un punto de la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires para financiar un Fondo de Fortalecimiento Fiscal de la provincia de Buenos Aires. El decreto 735/20 publicado un día después redujo el coeficiente que recibía la Ciudad de 3,50 a 2,32 por ciento.
El gobierno de la Ciudad informó en ese momento que dejaría de percibir 150 millones de pesos por día y estimó que en todo 2021 la pérdida de recursos sería de 65.000 millones de pesos. Debido a ello, Larreta primero anunció que se presentaría ante la Corte Suprema y hacia fin de año envío un proyecto de presupuesto a la legislatura que contemplaba impuestos adicionales para compensar la pérdida. Dentro de ese paquete se encontraba la aplicación de un impuesto a los sellos de 1,2 por ciento a las tarjetas de crédito. La legislatura porteña aprobó el impuesto el 10 de diciembre de 2020 y el mismo entró en vigencia a partir del 1 de enero de 2021.
La base imponible de este gravamen fueron todas las tarjetas de crédito bancarias para consumos tanto en pesos como en dólares. Aplicó a todas aquellas cuentas registradas con domicilio en la Ciudad de Buenos Aires, aunque su titular resida en otra jurisdicción.
En diciembre del año pasado, la Corte Suprema falló a favor de la Ciudad en la pelea por los fondos de la coparticipación y finalmente Larreta decidió mandar un proyecto de ley para derogar el impuesto que él mismo había promovido.
La Legislatura local trató el proyecto este jueves sobre tablas y sancionó la iniciativa. La sesión comenzó pasadas las 11 de la mañana y se extendió por cerca de cuatro horas. Al no tener giros y revisión en comisión, la sanción requirió el apoyo de la oposición, ya que se necesitaba los votos de los dos tercios de los legisladores para aprobar el articulado. Hubo 59 votos a favor.
Durante el debate parlamentario, los bloques de la oposición porteña reiteraron los cuestionamientos sobre la tasa al considerar que no era necesaria su aplicación por parte de la administración porteña y poner bajo la lupa las razones que llevaron a Larreta a impulsar la derogación.
El legislador del Frente de Todos Matías Barroetaveña señaló que “este impuesto fue inventado por el Gobierno de la Ciudad y ahora quieren derogarlo y piden que los aplaudamos por eso”. “Discutamos cómo resolver los problemas reales de la Ciudad y terminar con este ´acting´ de victimización permanente desde una Ciudad que es la más rica al resto de las provincias y que quiere llevarse los recursos de otros lugares que lo necesitan mucho más que acá”, aseguró.
Lucio Lapeña, del boque UCR-Evolución, dijo que “la Ciudad demuestra hoy que solo se necesita voluntad política y responsabilidad administrativa para cumplir la palabra”. "La decisión unilateral intempestiva e inconsulta de reducir la coparticipación de la Ciudad fue un retroceso en el fortalecimiento del federalismo, un ataque a la Autonomía y condicionó enormemente el presupuesto", sostuvo.
En tanto, la legisladora de la oposición Cecilia Segura preguntó a la bancada oficialista porqué en anteriores sesiones donde se intentó derogar el impuesto "desde Juntos por el Cambio no lo acompañaron y si ahora que puede servir para la campaña presidencial de Larreta para autoproclamarse como eliminador de impuestos y cumplidor de promesas". Además, desde el Frente de Todos pidieron, sin éxito, que la eliminación del impuesto sea retroactivo al 1 de enero de este año.