La Oficina de Defensa Planetaria de la NASA está siguiendo el curso de un nuevo asteroide que tiene "una pequeña posibilidad de impactar contra la Tierra" dentro de 23 años, el 14 de febrero de 2046. El meteorito fue visto por primera vez el 27 de febrero de 2023, por lo que aún queda mucho por analizar antes de confirmar una amenaza real.
Según señalaron en un comunicado, están rastreando un nuevo asteroide llamado 2023DW que tiene una probabilidad muy pequeña de impactar la Tierra en 2046.
"A menudo, cuando se descubren nuevos objetos por primera vez, se necesitan varias semanas de datos para reducir las incertidumbres y predecir adecuadamente sus órbitas en el futuro", indicaron desde la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA.
Por el momento, los científicos estiman que la probabilidad de que se produzca un impacto en la Tierra en febrero de 2046, cuando pase cerca de la Tierra, es de 1 entre 560, pero, "todo puede cambiar".
El asteroide tiene 50 metros de diámetro, aproximadamente el tamaño de una pileta olímpica. Aunque la roca espacial encabeza actualmente la lista de riesgos de la NASA, sólo tiene una puntuación de 1 sobre 10 en la escala de Torino, lo que significa que "la probabilidad de colisión es extremadamente improbable, sin motivo de atención o preocupación pública".
En este sentido alertaron: "Si los cálculos fallan, y el 2023DW impacta sobre el planeta podría causar serios daños; no como el asteroide que acabó con los dinosaurios (que tenía entre 10 y 18 km de diámetro), pero sí sería suficiente para provocar una devastación local y más de un millón de muertes, en caso de caer en una gran ciudad".
El caso más reciente de un impacto así se produjo en 2013, cuando un meteorito con la mitad del diámetro que el asteroide 2023DW explotó sobre el aire en una zona remota de Rusia.
A pesar de la lejanía del impacto de las zonas pobladas, miles de personas resultaron heridas por la onda expansiva. El bólido liberó una energía de 500 kilotones, treinta veces superior a la bomba nuclear de Hiroshima.