Contame de tus comienzos. ¿Cómo fue tu historia?

-Nací en Bilbao y a los dos o tres años me fui a Vigo, porque mi padre estaba trabajando por entonces en el Celta. Justo se había retirado del fútbol profesional y era el director deportivo del club. Estuve tres años en Vigo y después fui a Zaragoza, porque mi padre fue a trabajar allí a la dirección deportiva. Estuve 17 años, hasta que tuve 21 y después de 2 años y medio jugando para Real Zaragoza como profesional, vino el Atlethic de Bilbao con una buena propuesta para mí y para mí era una oferta importante. Tres años en Bilbao y después el paso hacia Manchester United. Estoy con muchas ganas.

-En Zaragoza estuviste con varios jugadores argentinos.

-Tengo buenos recuerdos de ellos. Los argentinos tuvieron buenas actuaciones en Zaragoza, equipo del que soy hincha. Con mi padre veíamos el fútbol argentino, muchas veces a la 1 o 2 de la mañana, cuando mi madre no se enteraba. Y muchas veces me pedía consejos sobre jugadores. Recuerdo una buena época de Independiente, que estaba (Federico) Insua y (Daniel) Montenegro. Luego me acuerdo mucho de Boca, porque tuvo equipos fantásticos, con Palermo, los hermanos Schelotto y Riquelme. Había un delantero que era muy temperamental, que creo que se llamaba... ¡Barijho!

-Eso te marcó de manera especial, incluso con un afecto fuerte por Boca...

-Sí, tal cual. Cuando mi padre iba a la Argentina estaba obligado a traerme la camiseta de Boca. Tengo 10 o 12 camisetas de Boca. Me trajo una vez una del 10, de Maradona, que todavía la tengo. Siempre me ha gustado mucho. Es el equipo argentino que más me llama, por la afición, por el clima que se genera en la Bombonera… He compartido equipo con compañeros que jugaron como visitantes en la Bombonera y dicen que en el vestuario tiemblan las paredes.

-Cuando esto se sepa en la Argentina van a decir que querés jugar en Boca...

-Hombre, ahora uno no puede decir qué va a hacer en un futuro. En el fútbol uno nunca sabe. Estoy muy bien en Manchester y ojalá esté mucho tiempo aquí. Aunque te digo si tuviera que hacer una aventura en Sudamérica, seguro que elegiría a Boca. Otra cosa es que un club tan grande me quiera a mí.

-¿Cómo fue tu experiencia en Bilbao y más siendo vasco? Incluso te dirigió un personaje tan importante como Marcelo Bielsa.

-Tuve la suerte de haber compartido equipo con Marcelo. Es el tipo más peculiar que conocí en el fútbol. Como decía, me siento un privilegiado por haber sido entrenado por él. El Athletic creo que es el único club del mundo que juega con su gente, la de su lugar y que todavía lo mantiene. Mantiene su esencia, lo que hace que cuando juegas allí te sientas diferente, te sientas especial. La gente lo entiende así. A pesar de que soy hincha de Zaragoza y que lo voy a ser toda mi vida, el ser jugador del Athletic te marca. No es como jugar en cualquier otro lugar. El sentimiento de pertenencia es muy grande. Hay jugadores que fueron a la escuela juntos, que vivieron juntos. Es especial y siempre hablo con mis compañeros que no son vascos, que es una pena que ellos no puedan saber lo que es ser parte de ese equipo.

-¿Está bien que a Bielsa le digan Loco?

-Se quedan corto (suelta una carcajada). Loco en el buen sentido. Creo que es una persona que entiende el fútbol de una manera muy diferente, que ama el juego, que no quiere la trampa y que no quiere sacar provecho de lo ilegal. Es un tipo honrado, honesto. Quiere ganar siempre jugando al fútbol, sin sacar ventaja ni engañando al árbitro. Fuera del campo, es un tipo… (suspira) En el día a día es el más diferente. He tenido muchos entrenadores, pero Marcelo…  Ve millones de partidos y las jugadas que le gustan las extrae y las recrea en las prácticas. En los dos primeros meses te quieres morir, dices ‘pero otra vez estamos haciendo lo mismo’. Recuerdo una que era la jugada Arruabarrena-Riquelme, que la había visto en un video. La hicimos miles de veces. Y así con otras tantas. Y las repetíamos hasta el cansancio. Yo pensaba que no iba a poder aguantar así 11 meses de competición, que me iba a dar algo. Y claro, después llegaba el domingo y te acordabas de memoria todo aquello y te dabas cuenta que lo entrenado te permitía dejar pasar el balón porque había un compañero que estaba detrás que la iba a recibir y que era lo ensayado. Jugabas de memoria. Y ahí empezabas a disfrutar y disfrutar. El equipo estaba 1-0 e iba por más, no especulaba, quería ganar siempre. Marcelo Bielsa es patrimonio del fútbol.

-Sí algún día sos técnico, ¿es por culpa de Bielsa?

-En parte. Vamos, la mayoría de los que lo tuvieron lo son. Vimos a Berizzo en el Celta. El Celta fue para mí, quizás con el Barcelona, el equipo que mejor fútbol hizo en España. Berizzo es un alumno de Bielsa y Bielsa te deja mucho.

-¿Por qué dos finales y ningún título en el Athletic?

-No hay una explicación. Llevábamos una temporada magnífica, incluso ganando en Manchester al United, venciendo claramente los dos partidos. Pasamos eliminatorias de copa holgadamente y el último mes estábamos quintos y peleando por entrar en Champions League. Pero de repente el equipo tuvo un bajón y físicamente no podíamos más, capaz porque habíamos dado más de nuestras posibilidades; queríamos, pero las piernas ya no iban. El aficionado dolido puede creer que no lo dimos todo, pero claro que lo hicimos. Estábamos ante la posibilidad de conseguir un trofeo europeo; hacía 35 años que el Athletic no conseguía un título.

-¿Qué significa jugar para el Manchester United?

-Es estar en el club más grande de Inglaterra, el más exitoso, el que más ligas tiene y el que más seguidores tiene en todo el mundo. Siempre Old Trafford está lleno con 75.000 personas y con una gran cantidad de gente que nos sigue de visitante. Es un momento de regeneración del club, porque han salido leyendas como Giggs, Scholes, Ferdinand y más.

-¿Lo imaginás a Diego Simeone entrenando en la Premier League?

-Creo que la Premier hoy es la liga más fuerte del mundo a nivel económico y creo que en el futuro vendrá. Lo que Simeone está haciendo con el Atlético de Madrid es un milagro. Agarró un equipo que ni era el tercero de España, porque tenía por delante al Valencia y al Sevilla, y lo llevó a ganar varios títulos. Y a pelear con el Barcelona y el Real Madrid, que son los dos mejores equipos del mundo, tal vez junto al Bayern Múnich. Pregúntale a un aficionado al Atlético a ver qué piensa. Lo aman.

-¿Coleccionás camisetas?

-Sí, pero me gusta cambiar camisetas con ex compañeros o gente que conozco. La que más ilusión me hizo fue la de Gaby Milito, en un Zaragoza-Barcelona. Gaby fue mi ídolo y me hizo disfrutar mucho dentro de un campo de juego.

-¿Y la que falta?

-La de Messi. Intentaré por medio de Sergio Romero o Marcos Rojo llegar a ella.

-¿Qué es Messi?

-Messi es un extraterrestre entre nosotros. No va a haber uno como él nunca más. No lo ha habido. Lo hablaba con mis compañeros del equipo, que es un jugador que te da, solo, 15 puntos, que los gana él, en los momentos clave y que son los que te llevan a pelear los torneos. Todos los equipos tienen momentos malos y partidos en los que no podés entrar. Y él los soluciona. Te asegura un piso de 13 o 15 puntos por temporada que no son del equipo, son de él. A diferencia de Cristiano Ronaldo, que tal vez necesita un centro o estar en el área, Messi te la lía desde el centro del campo. Y no le importa que los compañeros estén marcados. Él va igual. 

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