Vermut de barrio

Parque Chas y su vecino Agronomía son barrios muy personales, detenidos en el tiempo. Y si bien no abundan allí opciones gastronómicas que realmente destaquen, Club Saber Vermutería se lleva varios premios.

Club Saber es un emprendimiento familiar emplazado en un club de barrio que existe desde 1926, cuando se creó la Unión Vecinal Pro-Fomento Agronomía en un cuarto de la casa ubicada en la calle Llerena 3163. Con los años fue creciendo e incorporando servicios y actividades como biblioteca, club de fútbol, recitales, juegos de mesa, clases de corte y confección, clases de cocina doméstica, clases de aritmética y hasta un coro infantil. En 1945 quedó oficializado el nombre “S.A.B.E.R. Asociación de Fomento Edilicio Agronomía y Biblioteca Popular El Resplandor”.

El nombre y la historia de este lugar no le quedan chico al espacio ni a la comida que allí sirven, con una propuesta sencilla y efectiva en un espacio acogedor e incluso íntimo. Lo mejor es arrancar con el vermú de la casa con soda ($890) aunque también hay tragos clásicos como gin tonic ($950), cervezas, vinos y una tentadora jarra de sidra con hielo de litro y medio para compartir ($2300).

La carta apuesta a tapeos abundantes y originales.: la “Trifecta con Roque” es una porción de roquefort con alcauciles grillados ahumados en aceite, olivas verdes rellenas con almendras y olivas negras con carozo, hummus, y pan árabe ($2400). La “Andá a SABER” trae jamón crudo especial, queso pategrás, roquefort, longaniza de campo, berenjenas en escabeche, ajíes amarillos, porotos condimentados, morrones asados, aceitunas verdes y negras, hummus y pan árabe ($2900). También hay tortilla de papas acompañada de morrón asado y pepinos agridulces ($1700). Y para algo más ligero se puede ir por la brusqueta “Cambalache” que lleva anchoas de Mar del Plata con salsa de tomate y un toque de ajo ($900, vienen dos por porción). La porción de flan ($850) es grande, de bodegón.

Todo, hasta las conservas, es casero, realizado por los dueños, Una familia que cocina y atiende, con ese amor que se le tiene a lo propio.

Club Saber queda en Llerena 2727. Horario de atención: miércoles a sábados de 19.30 a 23.30. Instagram: @elclubsaber.

Un clásico renovado

Sucede cada vez más seguido: un café notable es tomado por manos enérgicas y expertas que, manteniendo su esencia, comienza a servir rica comida escapando a los vicios del menú inmóvil de pizza y milanesas, con café quemado y medialunas compradas en la panadería más cercana. Un buen ejemplo es el de Montecarlo, con una historia que se remonta al año 1922. Hoy esta esquina está a cargo de Paula Comparatore, ex dueña y chef ejecutiva de El Federal, el conocido restaurante de cocina regional que funcionó en Retiro durante 20 años. En 2021, tras reformas arquitectónicas, estéticas y culinarias, esta cocinera abrió la nueva versión de Montecarlo, convirtiéndolo en uno de esos lugares para tener siempre en agenda.

Como buen bar notable, Montecarlo abre todo el día, arrancando con café y terminando con platos contundentes. La carta es amplia, con opciones que van de platos rápidos como el sánguche de ojo de bife ahumado, tomate y lechuga en pan de chipá ($2760); también tarta pascualina de espinaca, mozzarella y huevo poché al horno de barro ($1650) o un revuelto gramajo de papa roti, huevo poché, mousse de arvejas, lomito ahumado de cerdo y papas pay ($1810); y otros platos más grandes como el cordero patagónico al malbec y merkén ($3960). De postre, flan casero con dulce y/o crema ($1260), tiramisú casero ($1430) y unos membrillos en almíbar con helado de sambayón ($1820).

El bar es hermoso para pasar el atardecer bebiendo vermut de La Fuerza ($1090), cervezas, vinos varios, tragos y limonadas como la de menta y jengibre ($480) o la de menta y leche de coco ($690). También es un gran lugar para ir de mañana o de tarde, llevar un libro o la computadora, y sentarse en una mesa junto a la ventana. Hay opciones de desayunos y meriendas con excelente materia prima, desde un típico café con clásicas medialunas hasta el americano con huevos revueltos y tostadas más una infusión a $1950.

Siempre es buena noticia cuando un bar notable vuelve a la vida. Y más aún si lo hace con esta apuesta que combina calidad con respeto por su historia.

Montecarlo queda en Paraguay 5491. Horario de atención: lunes a miércoles de 8:30 a 20, jueves a sábados de 8:30 a 24. Instagram: @montecarlo.ba.

Bodegón con sorpresas

Desde 1999 existe un lugar ya muy conocido y frecuentado por la gente del barrio, que de a poco gana comensales que se acercan desde toda la ciudad porteña. Por afuera parece un típico bodegón, de esos que se llenan los domingos al mediodía, con mozos de oficio y familias completas almorzando dentro, pero este lugar va incluso más allá, con varias apuestas que lo hacen sobresalir entre tanta competencia. Se trata de La esquina de Rojas, un restaurante definido por sus platos abundantes con precios justos. Para empezar, apenas sentarse, sirven en la mesa una panera bien variada y una pasta de porotos pallares. Luego el camino puede seguir por buñuelos de acelga ($1000) y empanadas de bondiola cortada a cuchillo ($260). De principal, clásicos porteños como la suprema Maryland ($1950), sorrentinos de jamón y muzzarella a la Parisienne ($1800), bife de chorizo mariposa ($3900) o parrillada para dos ($500), siempre con carne y pastas de muy buena calidad. Pero también hay otros platos, menos estandarizados, como la bondiola al disco de arado con cerveza negra, verduras y champignones, acompañada con batatas fritas ($2000); o el agridulce carré al caramelo relleno de ciruelas y panceta, con zanahorias y batatas glaseadas ($1900). De final, las opciones se ponen bien golosas: volcán de chocolate con helado ($1000), panqueque a la italiana para compartir entre cuatro (incluye helado, ensalada de frutas, crema, dulce de leche, sambayón y charlote, $2400) y, por supuesto, el irremplazable flan a $500.

El salón es amplio, cómodo, y algo ruidoso, con esos aires populares que se ganó gracias a su propuesta amigable. Para conseguir una mesa más tranquila se puede elegir estar en la vereda protegida por un toldo.

En la ciudad hay mucho bodegón dando vuelta; no son tantos los que logran lo de La esquina de Rojas. Un clásico querido por sus vecinos, con ese amor que mantiene la panza llena y el corazón contento.

La esquina de Rojas queda en Franklin 888. Horario de atención: martes a domingos de 12 a 16 y de 20 a 24. Instagram: @laesquinaderojas.