Mientras trasladaba a un grupo de agentes penitenciarios al penal de Piñero, un colectivo de la empresa Laguna Paiva fue atacado a la salida de la ciudad de Santa Fe. Ocurrió durante la madrugada del viernes en la ruta nacional 11, en el tramo que va del Puente Carretero a la zona conocida como "rulo de Cilsa".
Si bien el estruendo fue escuchado por el chofer y los pasajeros en esa parte del trayecto, contra un lateral de la unidad, el conductor decidió detener la marcha más adelante por cuestiones de seguridad e iluminación. En ese momento, llamó a personal policial y agentes de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) llegaron al lugar para realizar diferentes peritajes en relación al ataque.
El chofer declaró que al principio imaginó que se había tratado de un piedrazo, como ya había sucedido en otro momento. En el servicio viajaba alrededor de una decena de penitenciarios, todos ilesos, y el hecho quedó en investigación.
En los últimos meses, hechos similares viene siendo parte de las crónicas policiales: por un lado, algunos ataques registrados contra dependencias, unidades o edificios donde se desempeña personal penitenciario; y también porque desde allí se viene trabajando en la colocación y prueba de diferentes tecnologías de control y seguridad para implementar en los penales de la provincia -inhibidores, body scan-, ante hechos de inseguridad que -según dan cuenta varias investigaciones- son organizadas u ordenadas por personas alojadas en las cárceles, mediante el uso de celulares.