El papa Francisco aseguró estar dispuesto a viajar a Kiev, pero con la condición de ir también a Moscú, para ofrecer a los líderes de Ucrania y Rusia el "servicio de paz" que promueve el Vaticano con el objetivo de poner fin a la guerra iniciada hace más de un año.
"Yo estoy dispuesto a ir a Kiev. Quiero ir a Kiev. Pero con la condición de ir a Moscú. Voy a los dos lugares o a ninguno", dijo el Sumo Pontífice en una entrevista, en la que consideró que un viaje a la capital rusa "no es imposible".
En la víspera de su décimo aniversario de pontificado, el Papa también se refirió al presidente ruso, Vladimir Putin: "Es culto. A mí me visitó tres veces acá como jefe de Estado y se puede llevar una conversación de alto nivel con él".
"Hablamos de literatura una vez. Un hombre que no sólo habla ruso, habla el alemán perfectamente, habla inglés. Es culto. Una cultura es una cosa que se adquiere, no es una profesión moral. Son dos cosas diversas", dijo Jorge Bergoglio.
Al ser consultado sobre si lo que estaba ocurriendo en Ucrania era un "genocidio", el Sumo Pontífice respondió que esa es una "palabra técnica" y, por lo tanto, "no sabría definirlo", aunque aclaro que "cuando se bombardean escuelas, hospitales, refugios, la impresión es no tanto ocupar un lugar, sino destruir".
Otra pregunta que se le hizo fue si es verosímil que haya una reunión en el Vaticano entre Putin y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. "Tan así, Zelenski y Putin, no lo sé. Pero es verosímil una reunión mundial, de delegados mundiales sobre esto."
En ese sentido, Francisco aseveró que no hay un plan de paz promovido por el Vaticano, pero lo que sí existe es un "servicio de paz", al que definió como un trabajo diplomático que tiene el "deseo de servir a la paz".
"Por ejemplo, en India, (el primer ministro Narendra) Modi está muy preocupado. Y Modi es un hombre equilibrado que puede perfectamente llamar a dialogar con los dos. Un ejemplo. Hay otros jefes de Estado. Y debajo de la mesa se está trabajando", manifestó al respecto en diálogo con La Nación.
También se refirió a su "excelente relación" con el embajador ruso ante la Santa Sede: "Un hombre a quien yo le recibí las credenciales hace siete años. Hijo de madre ucraniana, padre ruso, conoce bien el conflicto. Es un hombre muy serio, profesional, se puede dialogar. Y mientras se puede dialogar, vamos para adelante".
El papa argentino recordó que, en el segundo día de la invasión a larga escala contra Ucrania, lanzada por el Kremlin el 24 de febrero del año pasado, fue a la delegación de Rusia en el Vaticano y se ofreció a viajar. "Me contestó el ministro (de Relaciones Exteriores, Serguei) Lavrov diciendo que me agradecía tanto, que lo tenían en cuenta, pero que por el momento no evidentemente. Ahora, en este momento, el Vaticano está haciendo otra cosa más diplomática a ver si se puede lograr algo", detalló.
Francisco también recordó que habló por teléfono dos veces con Zelenski desde el inicio de la invasión y que tenían planeada una audiencia con la esposa del mandatario, Olena Zelenska, pero "la suspendió con los últimos bombardeos".
"Dijo que no la suspendía sino que la postergaba para el momento que pudiera viajar", añadió.