San Lorenzo se consolidó como líder de la Liga Profesional gracias a una cómoda victoria 4-0 ante Gimnasia, que le facilitó la tarea casi desde el inicio con la expulsión de Guillermo Enrique cuando recién se jugaba el primer cuarto de hora. Andrés Vombergar, con un gran cabezazo, el paraguay Adan Bareiro, en dos ocasiones, y Gastón Hernández sellaron la victoria del conjunto de Rubén Darío Insúa, ovacionado por los hinchas en el entretiempo y al final del encuentro.
El plan de juego que pudo idear Gimnasia quedó sepultado muy pronto por una irresponsabilidad de Enrique, que le metió una plancha descalificadora a Braida y se llevó una roja incuestionable. Con una térmica de 40 grados y un hombre menos durante 75 minutos, las chances del Lobo se minimizaron ante un San Lorenzo que aceptó el regalo e impuso condiciones a partir de la presencia de Martegani en el centro del campo.
Sin ser una maravilla, San Lorenzo movió el balón en busca de los espacios que a Gimnasia le costaba achicar. Entonces, de un desborde de Braida llegó la apertura del marcador cuando Vombergar cabeceó al gol un centro del lateral.
Por más que quedaba más de un tiempo, la sensación en el Bajo Flores era de partido terminado, porque Gimnasia no presentaba armas ni futbolísticas ni anímicas como para intentar el empate. Para colmo, un "penalcito" de Barros Schelotto a Braida por un agarrón le permitió a Bareiro picar el remate y sentenciar el partido. Como quedaba mucho tiempo, la goleada de San Lorenzo llegó por decantación, porque su confianza fue en aumento a medida que Gimnasia se desvanecía, debilitado muy rápido por la expulsión de Enrique que condicionó el desarrollo. A San Lorenzo y a sus hinchas, poco les importó y celebraron con todo el triunfo y la punta del torneo.