La Guardia Costera italiana rescató a más de 1.400 migrantes en las últimas 24 horas en una nueva ola de llegadas de embarcaciones procedentes de las costas norte de África, mientras que el mar sigue devolviendo cuerpos. Este sábado se recuperaron otras dos víctimas por lo que son al menos 75 los fallecidos en el naufragio de la localidad de Cutro, en Calabria, del pasado 26 de febrero.
Un barco que transportaba 487 inmigrantes, la mayoría hombres procedentes de Afganistán, fue auxiliado durante la noche frente a la costa de Calabria por la Guardia Costera y atracó en el puerto de Crotone, mientras que al puerto de Reggio Calabria durante el día también llegó la patrullera Dattilo con otros 584 personas rescatadas durante la madrugada.
Otras 379 personas fueron rescatadas por otras dos lanchas patrulleras de la Guardia Costera y luego trasladadas a bordo del buque Sirio de la Marina que se dirige al puerto siciliano de Augusta. Estos rescates masivos se producen durante una nueva ola de llegadas a las costas italianas en la que se suman cerca de cuatro mil migrantes llegados en los últimos cuatro días.
Particularmente preocupante es la situación en la isla de Lampedusa, a pocas millas de las costas norteafricanas, y donde se hacinan cerca de 2.700 migrantes en el pequeño centro de acogida con una capacidad para unas 300 personas y sólo en los próximos días se podrán trasladar a algunos de ellos.
"Paren la masacre"
En Cutro cerca de cinco mil personas, entre ellas varios representantes de organismos humanitarios, se manifestaron bajo el lema "Paren la masacre de inmediato" para protestar por las muertes de migrantes. En la manifestación, que se abrió con la cruz hecha con la madera de la barca que se partió y se hundió en la playa de Steccato de Cutro, algunos periodistas exhibieron una tarjeta de acreditación que había pertenecido a la periodista afgana Amarkhel Torpekai, fallecida en el naufragio en su intento de huir del régimen de los talibanes.
Mientras se celebraba la manifestación el mar devolvió el cuerpo de un hombre, la víctima número 75 del naufragio de fines de febrero, mientras que durante la mañana se había localizado el cuerpo de una niña de cinco o seis años. Frente a este escenario el gobierno italiano, que preside la ultraderechista Giorgia Meloni, aprobó un decreto ley que aumentará las penas a los considerados "traficantes", los encargados de conducir las barcazas a las órdenes de las organizaciones criminales de tierra. De ser capturados ahora podrán ser condenados hasta a 30 años de prisión, mientras que antes la sanción era de un máximo de 5 años.
Meloni, en el karaoke con Salvini
Algunos políticos de la oposición y periodistas salieron a criticar duramente las imágenes virales de Giorgia Meloni y el ministro de Infraestructuras y Transportes, Matteo Salvini, que este viernes durante la fiesta de 50 años del líder de la Liga cantaron juntos en un karaoke, mientras se siguen encontrando cuerpos del naufragio del pasado 26 de febrero frente a las costas de Calabria.
Un video de los dos cantando durante el cumpleaños del participó el también socio gubernamental y líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, fue publicado por el subdirector del diario Il Giornale, Nicola Porro, en sus redes sociales. Matteo Lepore, alcalde de Bolonia, se mostró impresionado por las imagenes de Salvini y Meloni, "que no quisieron reunirse con las familias de las víctimas o rendir homenaje a los féretros pero encontraron tiempo para celebrar un cumpleaños".
En la misma línea la vocera del opositor Partido Demócrata, Simona Malpezzi, aseguró: "No rindieron homenaje a los muertos de Cutro, montaron una puesta en escena patética, cambiaron los compromisos institucionales para ir a cantar a la fiesta de Salvini", al tiempo que disparó: "Inhumanidad, cinismo, improvisación y crueldad: este gobierno lo explicó en unos pocos gestos. Qué vergüenza...".
Según el ministerio del Interior, 17.592 personas llegaron desde el primero de enero a Italia, frente a 5.976 en el mismo periodo de 2022 y 5.995 en 2021, o sea casi el triple. Según la agencia europea Frontex, la llegada de migrantes por la ruta central del Mediterráneo aumentó un 116 por ciento en enero y febrero en comparación con 2022.