Los cuatro rubros interpretativos del Oscar, cuya 95º edición se llevará adelante este domingo por la noche en su habitual sede del Dolby Theatre de Los Ángeles, presentan un escenario con certezas e inquietudes. Una de estas últimas se relaciona con la categoría Mejor Actriz Protagónica, que al comienzo de la temporada de alfombras rojas parecía abrochado a favor de Cate Blanchett por su extraordinario trabajo en Tár, pero que con el correr de las galas empezó a peligrar a raíz del sprint de Michelle Yeoh.
Ella es parte del elenco de Todo en todas partes al mismo tiempo, que llega a la gran noche de la industria audiovisual con el mote de favorita a raíz de sus once nominaciones y un dominio apabullante en las ceremonias previas.
La asiática nunca fue una actriz del todo valorada en Hollywood. La australiana, en cambio, garantiza el sello del prestigio a casi todos los proyectos en los que trabaja. Y prestigio, casi siempre, significa premios, al punto de que Tár es su 10º largometraje ternada a Mejor Película. Por si fuera poco, consiguió su octava nominación individual, igualando así a Judi Dench, Glenn Close y Geraldine Page. Por encima quedan Bette Davis (10), Katharine Hepburn (12) y por supuesto Meryl Streep (21). En caso de ganarlo, Blanchett sumará su tercera estatuilla, equiparando así a Streep, Ingrid Bergman y Frances McDormand, y a uno de los cuatro de Hepburn.
Pero no parece tan fácil que lo gane. O no tan fácil como parecía a fines del año pasado. Tanto ella como Yeoh se fueron con sus respectivos Globos de Oro como Mejor Actriz bajo el brazo, por la sencilla razón de que allí se mantiene la división de algunas categorías en Drama y Comedia y/o Musical (Blanchett ganó en la primera rama y su rival, en la segunda). Una semana después fue el segundo encuentro, esta vez mano a mano, en los Critics’ Choice. Si bien Todo en todas partes…fue la gran ganadora, Yeoh cayó ante Blanchett. Una caída que se repitió en los BAFTA británicos. Pero la asiática recuperó gran parte del terreno perdido en los SAG del Sindicato de Actores, un galardón que, por la importante masa de votantes que también pertenecen a la Academia, suele ser un indicador de lo que ocurrirá en el Oscar. Allí no solo ganó Yeoh; también lo hicieron sus compañeros Jamie Lee Curtis y Ke Huy Quan en Reparto y la película como Mejor Elenco, ubicándola en una posición inmejorable de cara al domingo.
Hay otro misterio alrededor de esa categoría. Un misterio con una buena dosis de morbo que la Academia piensa aprovechar prolongándolo hasta el mismísimo momento de la entrega. La tradición marca que el Mejor Actor del año anterior es el encargado de entregarle la estatuilla a la vencedora femenina. El último ganador fue Will Smith, que poco antes de llorar a mares sobre el escenario y agradecerle a Dios y a todos los santos con la estatuilla en la mano le había metido un tortazo inolvidable al presentador Chris Rock a raíz de un chiste sobre su esposa Jada Pinkett Smith. Como castigo a su agresión, el actor está vetado de cualquier acto organizado por la Academia. ¿Quién entregará, entonces, esa estatuilla?
Sí se sabe que la de Actriz de Reparto será entregada por Troy Kotsur, que la ganó el año pasado por CODA, una película de la que nadie se acuerda. Se sabe, también, que quien lo reciba será Jamie Lee Curtis o Angela Bassett por Pantera Negra: Wankanda por siempre. La afroamericana tiene a su favor haber triunfado en los Globos de Oro y en los Critics’ Choice, a lo que suma el color de su piel, algo que no debería importarle a absolutamente nadie pero que, en tiempos hegemonizados por la corrección política, puede darle algunos porotos a la Academia en la “lucha por la diversidad” que asegura estar llevando adelante hace años.
Para Curtis, aunque parezca increíble, será su primera vez en el Dolby Theatre en más de 40 años de trayectoria. Y tiene buenas chances de irse como ganadora en su debut gracias al empuje que le dio el SAG. La excepción a la hegemonía entre ellas se dio en los BAFTA, donde se impuso Kerry Condon por Los espíritus de la isla. Sin embargo, y al igual que entre los hombres con el triunfo de Barry Keoghan por esa misma película, la excepcionalidad puede explicarle porque se trata de una producción británica que jugaba de local.
El asunto asoma mucho más transparente en Reparto masculino. A excepción de lo ocurrido en aquel lado del Atlántico con Keoghan, la categoría fue monopolizada por otro miembro del elenco de Todo en todas partes al mismo tiempo, Ke Huy Quan, que en la ceremonia de los Globos de Oro se dio el gustazo de agradecerle en vivo a Steven Spielberg -nominado por la dirección de Los Fabelman- por haberle permitido debutar en la pantalla hace 39 años como aquel niñito que secundaba a Harrison Ford en Indiana Jones y el templo de perdición. El vietnamita repitió triunfo en los Critics’ Choice, los Satellite Awards y el SAG, por lo que llega como principal favorito.
Actor principal es otra terna con pronóstico incierto, una disputa entre Austin Butler y Brendan Fraser. Los dos tiene a favor que les tocó un tipo de personaje que suele contar con el favor de los académicos: el primero se puso ni más ni menos que en la piel de Elvis en la muy libre biopic homónima a cargo del realizador australiano Baz Luhrmann; el otro se cargó toneladas de maquillaje y prótesis para entregar una de esas actuaciones intensas, con litros de lágrimas cayendo de sus ojos celestes, como un obeso de 270 kilos en La ballena, el dramón comandado por Darren Aronofsky.
Otro punto para Fraser es que se trata de su regreso a los primeros planos luego de haberse alejado durante dos décadas a raíz de problemas de salud y las consecuencias psicológicas de un abuso sexual por parte del periodista Philip Berk, según confesó quien a fines de los noventa fue la estrella de La momia y George de la selva. Y nada mejor para la Academia que reconocer el esfuerzo y la superación personal –dos virtudes indisociables del cine de Hollywood– con un premio, tal como lo hizo el Sindicato de Actores y los 600 periodistas y críticos que votaron en el Critics’ Choice. Butler, por su parte, sumó porotos en los Globos de Oro y en el BAFTA. ¿Le alcanzará para detener el envión de Fraser? El misterio resolverá cuando el domingo empiece a ser lunes.