Lamentamos que en las palabras del intendente Pablo Javkin en la inauguración de las sesiones ordinarias del Concejo Municipal no haya habido una sola mención a la realidad que padecen los inquilinos, que hoy representan más del 30% de la población de la ciudad. Tampoco nos extraña, en toda su gestión no hubo una sola medida a favor de los inquilinos, por el contrario, todas las iniciativas que tuvo siempre fueron a favor del mercado y los negocios inmobiliarios.
Mientras vemos como se construye un edificio por cuadra en la zona del macrocentro, cuesta cada vez más encontrar un lugar para alquilar, crece la cantidad de inmuebles vacíos y los precios no paran de aumentar.
Según el Censo del 2022 en el departamento de Rosario hay 1.334.636 habitantes y 571.423 viviendas, es decir, hay una vivienda por cada 2,3 habitantes. O sea, no hace falta seguir construyendo, las viviendas están, lo que falta es poner un freno a la especulación y regular la vivienda vacía.
El actual modelo de ciudad solo favorece el negocio inmobiliario, la concentración de la vivienda y la construcción de torres de lujo. De una vez por todas, hay que poner en discusión qué se está construyendo, para quién y de dónde vienen los recursos que financian este nuevo boom inmobiliario que vive Rosario.
En estos días todos estamos conmocionamos por la espiral de violencia en la ciudad, pero si realmente se quiere hacer algo hay que avanzar sobre el lavado de la plata del narcotráfico, porque la violencia la sufren los barrios, pero las fortunas que mueve van para otro lado. De esto Javkin tampoco dijo nada en su discurso en el Concejo.
El año pasado se creó una agencia antilavado con bombos y platillos, pero al día de hoy no se sabe bien qué hace, no hay una sola información pública o un informe de trabajo, ni siquiera fue mencionada por el intendente. En el Concejo se viven votando excepciones a las ordenanzas para que se sigan construyendo edificios y torres de lujo.
Sebastián Artola
Inquilinos Agrupados Rosario