La oscura columna creció hacia lo alto con la fuerza de 70 bombas atómicas, tapó al sol y no tardó en cubrir los bosques, y la ciudad de un gris nunca antes visto. De repente, las tiendas en Villa La Angostura y su estación de servicio colapsaron con quienes buscaban provisiones ante una situación desconocida que, para más, en el sombrío escenario desató una tormenta eléctrica por la fuerza con la que había despertado el Volcán Puyehue la tarde del 4 de junio de 2011.
Las semanas más duras que recuerdan los angosturenses son, a la vez, las que forjaron un vínculo único en sus habitantes para sobreponerse y voltear a su favor la terrible situación. Tal es el caso del grupo de personas que encaró el proyecto de un circuito especialmente diseñado con saltos y obstáculos para el motocross, mezcla de tierra con cenizas volcánicas para generar una superficie única, que se destacó desde la llegada del Mundial MXGP en 2015 como el mejor del mundo.
Salvo por las ausencias obligadas por la pandemia de covid, el Patagonia Race Track estuvo en el calendario internacional desde su debut, por lo que la visita del año 2023 fue la séptima del torneo máximo. Con la inscripción récord de 41 pilotos en la divisional mayor (MXGP) y 33 en la menor (MX2) hubo 21 nacionalidades representadas en el circuito, emplazado entre coníferas y lagos en las afueras de la villa turística.
Más de 40 mil espectadores disfrutaron del espectáculo deportivo en el Jardín de la Patagonia, el mismo que hace poco más de una década había sido postergado de los planes de ocio por las cenizas que lanzó la erupción.
Con el tiempo, el renacer de VLA se rodeó de un aura, como de indestructibilidad, que generó un atractivo en sí mismo. Los anfitriones cuentan la experiencia a sus visitantes del mismo modo en que Lucas de la Fuente, diseñador del majestuoso marco en el que se disputan las carreras de motocross, presume la obra.
El hecho de haber tomado enormes cantidades del sedimento que bloqueó con tintes opacos la belleza natural de su pueblo hizo del circuito en sí mismo un mensaje de superación que llega a millones de espectadores globales.
"No es un recuerdo grato pero sirvió para que todos se unan", alude Juan Cruz Benvenuti, actual piloto de Turismo Carretera, que no podía perderse la experiencia del MXGP en el patio de su casa. Tenía 15 años cuando sucedió el desastre del volcán y evoca esa tarde con detalles, como si no hubieran pasado más de una década.
El jugaba al hockey con amigos cuando apareció la nube que llegó a 10km de altura. "En esos tiempos cada uno limpiaba su parte y el Estado en los espacios comunes. Por ahí soplaba viento y otra vez aparecía una nube que volvía a ensuciar", cuenta hoy el chico que ganó cuatro carreras en su campaña dentro del TC.
En medio de la charla con Líbero, Juan Cruz salió corriendo a tomarse una selfie con el legendario Tony Cairoli, nueve veces campeón mundial de motocross recientemente retirado, que cumple labores de jefe de equipo en KTM. Este simpático italiano de sonrisa característica, con caninos limados y alegría constante, es otro exponente que destacó la alegría de correr en estas tierras. Afortunadamente para él, logró vencer en el GP argentino en 2019 antes de colgar el casco.
Con los cambios que se presentaron este año, la nueva sección de 'olas' que se armó en el tránsito de un veloz curvón o los saltos dobles y triples incorporados, el Patagonia Race Track de 1670 metros de extensión volvió a ser un reto durante el fin de semana.
El desafío deportivo de los riders en adaptarse al cambio y la energía propia de la primera competencia del 2023, lograron un clima único en la pista de tierra oscura y ceniza volcánica, que mantiene vivo el recuerdo de un desastre del que todos salieron trabajando con el mismo objetivo.