La tercera temporada de Ted Lasso (estreno el próximo miércoles por Apple TV+) presenta un nuevo desafío para el DT del recién ascendido Richmond AFC. El equipo de Londres, según todos los pronósticos, tiene reservado el ticket de vuelta a la B. El mayor problema es que el oriundo de Kansas (Jason Sudeikis) parece haber perdido el optimismo como fuego sagrado. “Necesito al Ted Lasso que está dispuesto a ganar”, lo cachetea la dueña de la Cenicienta de la Premier League. La bonhomía de los personajes, las frases con calce y la esperanza en el horizonte mantienen bien alta la vara de esta comedia agridulce pergeñada por Bill Lawrence.
Lo saben los responsables de la premiada ficción. Aunque luzca el mismo mostacho, su protagonista –tampoco la serie- puede seguir jugando con lo del pez fuera del agua. Lasso parece más taciturno, aunque bromee con ser “el cosplay de Ned Flanders” que aprendió de fútbol por jugar al FIFA con su hijo (atención al vínculo familiar del otro lado del Atlántico). Hay una trama secundaria ligada a Nate (Nick Mohammed), el exutilero de los galgos que, tras ganarse el mote de “chico maravilla”, es el manager del West Ham United. Eso y un chiste sobre Diego Maradona decoran este comeback. La Lassoneta está de vuelta, ¿podrá ganar la tercera?