En las últimas semanas se repiten muchas frases, algunas de ellas cargadas de demagogia. Particularmente hago énfasis en una pregunta. ¿Qué puedo aportar para que esta situación calamitosa de inseguridad se revierta? Tenemos que terminar con el cinismo y dejar de plantear soluciones mágicas que no van a llegar. De las crisis surgen oportunidades y allí la política tiene que estar para construir puentes. Es fundamental reconocer los propios errores. ¿Acaso el microclima de la política todavía no entendió el fastidio que a la ciudadanía le produce la actitud de no tener autocrítica?
Vemos un gran fracaso en cuanto a política de seguridad de la Nación que cuenta con las fuerzas y juzgados federales y el esquema provincial que no escuchó a tiempo y por lo tanto tiene muchísimo que ver con el desmadre de la delincuencia ocupando el territorio.
Activar políticas de Estado que promuevan la ocupación del espacio público debe ser un eje. La economía del delito tiene un engranaje enorme y se hace fuerte ante la vulnerabilidad social. De las plazas, de las calles, de las esquinas, de las ciudades tienen que ser dueños los vecinos, los niños y no los narcos. Agilizar el servicio de justicia y, como indicó en su mensaje ante el Concejo de Rosario, el intendente Pablo Javkin atacar a quienes desde las cárceles elaboran y ejecutan los delitos.
En la sesión de esta semana, en la Cámara de Diputados, presenté un proyecto vinculado a centros de recuperación para dar segundas oportunidades. 6 de cada 10 personas tienen algún tipo de adicciones. Hacer oídos sordos no lo soluciona. El ensamble en la continuidad de las políticas de Estado es fundamental. Rosario y su ubicación estratégica en el mapa de nuestro país no cambiarán, más allá de los signos políticos que gobiernen, pero, lo que sí cambiará es el combate a la delincuencia si actuamos de manera organizada y concentrada en lo que importa: la paz para la ciudadanía y vivir sin miedo. Aquí me hago eco, una vez más, de lo que se dijo en el mensaje en el Concejo Municipal de Rosario.
Si cada uno hace lo que le corresponde, ocupando los espacios en los diferentes poderes del Estado y actuando con decisión política esto cambiará de rumbo. El mensaje tiene que estar vinculado a la esperanza porque el narcotráfico no le ganó a los rosarinos y no le ganará a la provincia de Santa Fe
Diputado provincial del Partido Demócrata Progresista