Investigadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) avanzan en el desarrollo de la utilización de una innovadora técnica para criar y esterilizar los mosquitos Aedes aegypti, ante un crecimiento importante de casos de dengue en Argentina en las últimas semanas.
La denominada Técnica del Insecto Estéril (TIE) consiste en irradiar a los machos de esta especie de mosquito, causante de la transmisión de múltiples enfermedades como el dengue, zika o chikungunya, para esterilizarlos y que no puedan reproducirse. Si bien son las hembras las que transmiten el virus, sin la esterilidad de los machos les sería imposible reproducirse, y de esta manera, se reduciría la población del Aedes aegypti.
El estudio había sufrido fuertes demoras a causa de la pandemia y ahora se reactivó. Este año habrá una “liberación piloto” para estimar la eficacia de la herramienta. "Estuvimos avanzando en la puesta a punto y en el escalado de la cría en laboratorio", detalló a Télam la jefa del Departamento Aplicaciones Agropecuarias de la CNEA, Mariana Malter Terrada.
Además, habrá ensayos de competitividad, que se realizan en jaulas donde se simula la densidad que habría en campo. Esto es importante, ya que estos mosquitos criados en un laboratorio son “menos competitivos” que los salvajes, entonces, al mezclarlos en el campo es necesario establecer la cantidad correcta de mosquitos estériles a liberar, que por esa falta de competitividad deben ser más que los que los no esterilizados, lo que llaman una “liberación inundativa”.
La dosis de radiación Gamma que se les debe aplicar a los Aedes aegypti de experimentación es compleja de determinar. A partir de los estudios, se definió en 70 gray, una medida que permite "lograr la esterilidad de los insectos sin perjudicar su desempeño para que tengan un estado lo suficientemente bueno que les permita competir con los machos de campo y copular con las hembras", explicó Malter Terrada.
Las primeras pruebas de la CNEA arrojaron “buenos resultados”, donde los animales en estudio mostraron una esperanza de vida media de cuatro días tras su liberación y una distancia media de vuelo de cerca de los 104 metros. Dichos parámetros sirven para definir con qué periodicidad y distancia deben ejecutarse las liberaciones.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) promueve el desarrollo de esta técnica, que en Argentina se implementa hace cerca de 40 años para el control de la mosca del Mediterráneo, que afecta principalmente a cultivos de frutas y hortalizas; y se utiliza como alternativa al uso de agroquímicos.