El Supremo Tribunal Federal de Brasil ordenó este lunes la liberación de 130 seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, procesados por haber participado del intento de golpe de Estado contra Lula da Silva el 8 de enero pasado, cuando fueron asaltadas las sedes de los poderes del Estado en Brasilia.
La decisión fue adoptada por el juez supremo Alexandre de Moraes, encargado de las megacausas por actos contra el sistema democrático y la Constitución, en la cual está siendo investigado el propio expresidente Bolsonaro.
El juez Moraes ha liberado en las últimas semanas a más de mil detenidos, todos con tobillera electrónica y obligación de pasar la noche en su domicilio, además de tener prohibido utilizar redes sociales. Aun permanecen presos en cárceles de Brasilia 392 personas -310 hombres y 82 mujeres- según informó la fiscalía general.
Según la fiscalía general, los liberados están acusados de asociación ilícita e incitación al crimen. En total, ya hay 919 personas imputadas por estos delitos, de las cuales 219 están acusadas por golpe de Estado, daño calificado y acción para abolir el estado de derecho.
Al mismo tiempo, la Policía Federal continúa realizando la operación de investigación Lesa Patria, que apunta a la búsqueda de los financiadores del movimiento bolsonarista a favor de un golpe de Estado con respaldo de militares en actividad y retirados, tras la victoria en las elecciones de octubre del presidente Lula.
El 8 de enero pasado Brasil vivió la mayor crisis institucional desde el golpe de Estado de 1964. El hecho fue planificado por un comando político y operacional de la Policía de Brasilia, incluyendo la invasión por parte de miles de personas al Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y la sede del Supremo Tribunal Federal, en la Plaza de los Tres Poderes.
La Corte Suprema determinó la suspensión del cargo del gobernador bolsonarista de Brasilia, Ibaneis Rocha, una medida que continúa en vigencia: es evidente que fue parte del plan. La fiscalía general pidió el viernes pasado revocar la decisión para que Rocha retorne al cargo, luego de colocar la responsabilidad en su exsecretario de Seguridad Anderson Torres, exministro de Justicia de Bolsonaro que permanece preso por sedición y comandar el plan para "liberar" a Brasilia.