El gobierno de Omar Perotti ratificó ayer que el ciclo lectivo no se suspende por la ola de calor que afecta a la provincia –con alertas roja en Rosario y amarilla en Santa Fe-, como reclamaron los sindicatos docentes de Rosario, pero explicó que los directores de escuelas tienen la “capacidad y autoridad” para tomar esa decisión si evalúan que los edificios escolares no están preparados para enseñar y aprender con temperaturas extremas, que rondan los 40º. El criterio general es que “si se puede dar clases, hay que dar clases”, pero si los equipos directivos consideran que esto no es posible tienen la facultad para suspender la actividad y desafectar a los alumnos, como ocurrió en el Complejo Educativo Francisco Gurruchaga, en el nivel secundario. “No es cuestión de cumplir un horario, si no están dadas las condiciones”, dijo el gobernador. El ministro de Educación de la Nación Jaime Perczyk coincidió que la postura de Santa Fe se aplica en otras provincias. “No se trata de cerrar las escuelas, al contrario. Donde se puede dar clases, hay que dar clases”, sintetizó.

Perotti, Perczyk y la ministra de Educación Adriana Cantero participaron ayer en la inauguración de un salón de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario. Tras el acto, el gobernador fue consultado por la insistencia de Amsafé Rosario para que suspenda las clases en la provincia por la ola calor agobiante.

Los equipos directivos “tienen la capacidad de evaluar si cada escuela está en condiciones de dar clases o no”. “Tenemos directores con la suficiente capacidad para evaluar y decidir si en cada edificio escolar se puede dictar clases o se desafecta a los alumnos”.

“La decisión se tiene que tomar en cada lugar”, explicó el mandatario. “Porque hoy tenemos establecimientos educativos con infraestructuras muy distintas. Convivimos con escuelas con ventiladores, aire acondicionado, y no tienen problemas de suministro de agua”, mientras que otros demandan un refuerzo en la dotación de agua potable”.

“Entonces, lo que primero que deben hacer (los directores) en cada establecimiento es analizar las condiciones en las que los chicos puedan aprender. Porque no es cuestión cumplir un horario, si no están dadas las condiciones” para dar clases.

El ministro Perczyk compartió la “posición del gobernador. Si tengo que opinar, yo doy clases, sigo dando clases, en el conurbano bonaerense. Donde se puede dar clases, hay que dar clases”. Y en el caso de que se suspendan, “es una decisión que se toma en cada comunidad, en cada escuela. Entonces, no se trata de cerrar las escuelas, por la ola de calor, al contrario. Donde se puede dar clases, hay que dar clases. Esa es la posición”, aclaró.

Ya la semana pasada, Amsafé Rosario le pidió al gobierno de Perotti que suspenda las clases por la ola de calor y los “riesgos sanitarios” ante las temperaturas extremas que afectan a la provincia. El argumento es que las escuelas no están preparadas para enseñar y aprender con este clima.

“La ola de calor no para, es inusual y las escuelas no están en condiciones para dar clases con estas temperaturas. Hay muchas escuelas que tienen aulas con techo de chapa. En la mayoría, ya desde media mañana no hay condiciones para aprender”, dijo el secretario general de Amsafé Rosario, Juan Pablo Casiello. “Con temperaturas que rondan los 38° y la sensación térmica pasando largamente los 40° no se puede enseñar y aprender en la gran mayoría de las escuelas”.

Según un relevamiento de Amsafé, el 58% de las escuelas públicas de Rosario carecen de agua potable suficiente para abastecer a la comunidad educativa, un 53% tiene problemas en las instalaciones eléctricas, un 37% de las aulas relevadas no cuentan con ventilación cruzada. Y tres de cada 10 escuelas siguen sin servicio de gas.

El Complejo Educativo Francisco Gurruchaga suspendió las clases en el secundario y en la primaria informó a los padres que los chicos podían asistir en malla y con toalla, para que en los recreos y a la sombra se los refresque con agua. “Debido al inusual fenómeno climático”, se suspendieron las “actividades escolares” en el secundario, ayer y hoy. La actividades se reanudarán mañana, "en los primeros y segundos años, el jueves con terceros y cuartos y el viernes con los quintos y sextos.

“Ante la imposibilidad de contar con el uso de aires acondicionados”, el equipo directivo decidió que los alumnos de “primero a séptimo grado” pueden asistir a clases con “malla, ojotas, toalla y una muda de ropa extra, ya que se realizarán los recreos en la plaza a la sombra y con una manguera”.