Como consecuencia de la extrema ola de calor que afecta a gran parte del país, varias escuelas adoptaron diferentes medidas o estrategias para hacerle frente a las altas temperaturas en las aulas. Mientras algunos establecimientos optaron por la suspensión de clases o medidas de fuerza, otros flexibilizaron el reglamento de uniformes y las normas de vestimenta establecidas.
Pese a que el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, aseguró que las clases continuarán con normalidad en todo el país, en las últimas horas, algunos directivos decidieron suspenderlas por el calor intenso y las dificultades resultantes para docentes y alumnos.
Tal es el caso de Mar del Plata, donde este lunes se dio a conocer un listado de establecimientos que se adhirieron a la medida de suspensión de clases. Entre ellas figuran: las Técnicas N°1, 2 y 5 y las Secundarias 3, 62, 16, 18, 23, 50, 36, 37, 34, 30, 41, 42, 63 y 49; las primarias 31, 45 y 66; la escuela Piloto; y los establecimientos privados Don Orione y Del Libertador.
Este mediodía, la sensación térmica superaba los 35 grados en la ciudad balnearia de Mar del Plata.
Ante este contexto, y con la premisa de cuidar a lxs niñxs sin dejar de asistir a clases, el gobierno bonaerense difundió una lista de recomendaciones para evitar los golpes de calor y la deshidratación en las escuelas. Entre los ítems figuran:
1. Mantener el aula fresca y ventilada.
2. Aumentar el consumo de agua en todo momento y evitar bebidas con azúcar.
3. Generar intervalos durante el tiempo escolar para el lavado de manos, cara y nuca.
4. Recomendar vestirse con ropa holgada, liviana y de colores claros.
5. Proponer actividades tranquilas y evitar juegos que hagan transpirar demasiado.
6. Evitar la actividad física intensa.
7. Permanecer en los espacios cerrados de la escuela, evitando aquellos que impliquen exposición al sol entre las 10 y las 16 horas.
En el documento, también, se indicó cómo proceder ante los síntomas más comunes de un golpe de calor: fiebre, sudoración excesiva, tendencia al sueño y debilidad muscular, piel seca y/o enrojecida, mareos o desmayos, náuseas o vómitos, agitación y dolores de cabeza. Ante la presencia de estas condiciones en algún estudiante, llevarlo a un lugar fresco, mojarlo, ofrecerle agua para hidratarlo y llamar al servicio de emergencias.
A la escuela en ojotas y malla
En la provincia de Santa Fe las autoridades no llamaron a suspender las clases, pero sí varias escuelas le sugirieron a padres y madres que envíen a sus hijos al colegio en malla y sin uniforme, de forma que los docentes puedan refrescar a los niños con mangueras durante los recreos.
"Entendemos que la escuela debe adaptarse al contexto priorizando el bienestar de nuestros estudiantes sin interrumpir el dictado de las clases. De esta forma podrán refrescarse y hacer la escuela más placentera", explicaron desde el Complejo Educativo Francisco Gurruchaga, uno de los establecimientos que aplicó esta medida para el nivel primario.
Y agregaron: "Decidimos que los estudiantes de primero a séptimo que lo deseen, podrán asistir a clases con una malla, ojotas, toalla y una muda de ropa extra, ya que se realizarán los recreos en la plaza a la sombra y con una manguera".
La institución justificó su decisión "ante la imposibilidad de contar con el uso de aires acondicionados por un problema de baja tensión que excede a la institución y teniendo en cuenta la ola de calor y alerta amarilla que estamos atravesando".
De esta manera, los padres y madres que estén de acuerdo podrán enviar a sus hijos al colegio sin el uniforme y con ropa de pileta, para que estos puedan ser refrescados durante los descansos y así combatir las extremas temperaturas.
Faltazo y paro
Cansados, agobiados y con pocos recursos para enfrentar las altas temperaturas dentro de las aulas, varios centros de estudiantes de distintos secundarios porteños decidieron convocar a un “faltazo de hasta 48 horas”, a modo de reclamo, ante la ausencia de respuestas del Gobierno de la Ciudad, que de momento solo promovió la entrega de botellitas de agua como solución a la ola de calor.
En esa misma línea, otras escuelas se manifestaron con cortes de calle y banderazo; e incluso un sindicato docente realizará un paro este martes 14 por la “crisis de infraestructura escolar”.
“Desde nuestro centro decidimos realizar un faltazo el lunes y martes de esta semana por la ola de calor, pero también porque no pasaron ni 15 días del comienzo de clases y se encontraron alacranes en el Lengüitas, invasiones de ratas en varios colegios, cortes de luz y de agua en otros, y como siempre las escuelas se siguen cayendo abajo”, dijo Julia Mirabelli, presidenta del centro de estudiantes del Colegio N° 3 Mariano Moreno.
La líder estudiantil destacó que, en la mayoría de las escuelas públicas de la Ciudad, la infraestructura no da para más: “Los ventiladores parecen del 1900 y pico y al estar tan cerca de los techos que son muy altos, lo único que hacen es remover el aire caliente. Ni hablar de las puertas que no cierran, las ventanas que se caen, los vidrios que están todos rotos, y que en invierno tampoco funciona la calefacción”.
Respecto a la falta de respuesta de la cartera de Educación, que conduce Soledad Acuña, la estudiante subrayó que “lo de las botellitas de agua no puede considerarse una política para enfrentar las altas temperaturas, más cuando esas botellitas llegaron a muy pocas escuelas y con agua caliente”.
“Cuando decimos que nos mandan a estudiar en condiciones inhumanas no estamos jodiendo, no es una boludez, a mis compañeros y compañeras y a todo el personal del colegio les baja la presión. Esperamos que esta situación se resuelva cuanto antes”, agregó.
En el barrio de Villa Crespo se encuentra la Escuela de Educación Media N° 3 “Osvaldo Pugliese”, donde la comunidad educativa atraviesa por los mismos inconvenientes que el resto de las escuelas porteñas. “Nosotros tenemos aulas muy chicas, con muchos estudiantes con muchísimos ventiladores que no funcionan y otros que se están por caer”, explicó Sol Finkelstein, delegada del centro de estudiantes.
La mayoría de las y los alumnos de “la Pugliese”, pasan más de diez horas en el colegio y las altas temperaturas hacen imposible la cursada. “Para poder seguir cursando varias veces nos fuimos a estudiar al comedor o al patio donde circula algo de aire, pero ya no podemos más. Desde el ministerio nos prometieron botellas de agua que nunca llegaron, nosotros mismos llevamos más de dos botellas de agua congeladas, pero no alcanza para todo el día. No nos llama la atención la falta de respuesta de Acuña es por eso que también realizamos el faltazo por 48 horas”, comentó.
En total, son 16 las escuelas que se sumaron al “faltazo” como medida de fuerza: la Esnaola, el Liceo N° 9; el colegio Maipu y el Yrurtia; la Escuela Osvaldo Pugliese; el Mariano Acosta; el Mariano Moreno; la escuela N°1 de Cerámica del barrio de Almagro; la escuela Agustín Tosco; el colegio N° 4 DE 9° Nicolás Avellaneda; la Rodolfo Walsh; la artística Fernando Fader; la Falcone, el Normal 7 y el Comercial 32, entre otros establecimientos educativos.
Por otra parte, las familias de la comunidad Educativa de la Escuela N° 12 DE 5 del Polo Educativo de la Villa 21-24, decidieron la semana pasada que sus hijos e hijas no asistan a la escuela porque consideraron que no estaban dadas las condiciones para dar clases (hubo una falla de una fase eléctrica y problemas con los aires acondicionados y ventiladores).
Pese a la “medida de fuerza”, no obtuvieron respuesta ni de la supervisión del distrito, ni del gobierno, por lo que este lunes realizaron un corte en Av. Vélez Sarsfield e Iriarte para visibilizar el conflicto.
En tanto, la asociación de docentes Ademys determinó realizar un paro de 24 horas, este martes. “Lxs docentes y la comunidad educativa exigimos una solución inmediata por parte del gobierno de la Ciudad. Las condiciones de las escuelas de CABA, ante la falta de presupuesto educativo, son deplorables y no permiten garantizar el aprendizaje.”, afirmaron en un comunicado y agregaron: “Falta de luz, de agua, ventiladores sin funcionar o insuficientes en aulas de más de 30 estudiantes. La semana pasada tuvimos que asistir a decenas de estudiantes y trabajadores. ¡El estado es responsable!”.