La empresa de insumos de librería Distripaper, ubicada en el partido bonaerense de San Martín, cerró sus puertas el miércoles y despidió a cerca de 70 trabajadores que ahora reclaman en la puerta de la fábrica. “Estamos dando una mano a través de Desarrollo Social a los empleados (agua y alimentos), pero los dueños están inubicables”, señalaron a este diario fuentes del municipio. La pyme es propiedad de los empresarios Eduardo Wexler y Eduardo Sosnowski.
“Veníamos trabajando como siempre, armando pedidos y cargando las camionetas que salen para entregar la mercadería y el miércoles a la tarde nos llegó un comunicado en donde nos decían que bajáramos la persiana porque la empresa no abría más”, contó Alejandro Orellana, uno de los trabajadores despedidos en declaraciones al canal C5N. “En lo personal, me enteré en mi casa porque estaba con parte médico. Me lo comunicó el gerente de Logística”, detalló otro de los trabajadores.
Los empleados fueron al día siguiente en su horario laboral pero, efectivamente, el portón estaba cerrado. Nadie les dijo nada más. “No fuimos informados de nada, no recibimos ningún telegrama y la empresa tampoco presentó la quiebra. Fuimos al Ministerio de Trabajo y al sindicato pero no sabemos nada. Intimamos a la empresa a que nos den una respuesta, queremos conservar nuestros puestos de trabajo”, sostuvo Orellano, que además informó que la empresa les adeuda el sueldo de julio y el aguinaldo.
La distribuidora tiene alrededor de 70 trabajadores -entre las oficinas de la Avenida Cabildo al 200 de la Capital Federal y la planta de logística de Eva Perón 2545 en San Martín-. Según contaron los trabajadores, la compañía tenía 35 años en el rubro y hasta el día anterior al cierre trabajaron con normalidad. “Esa mañana (la del miércoles) cargamos las ocho camionetas para entregar los pedidos y nos pusimos a armar las entregas para el día siguiente. La empresa tenía clientes exclusivos como LAN y HSBC”, informó Orellana.
El cierre de Distripaper se suma a una larga lista de empresas que tuvieron que cerrar sus puertas en los últimos meses debido a la caída del consumo interno y la apertura gradual de las importaciones. De hecho, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó el domingo que la producción de las pymes industriales cayó en junio 0,5 por ciento respecto del mismo mes de 2016 y acumuló en el primer semestre un descenso de 2,6 por ciento interanual. La entidad indicó que el sector cumplió 21 meses en baja.
De acuerdo al relevamiento, el 61 por ciento de las pymes ya decidió no realizar nuevas inversiones este año, mientras que un 10 por ciento lo está analizando. A su vez, precisó que hay un 29 por ciento de las empresas “que eligió invertir, a pesar de que la mayoría dice que este no es el mejor momento”. CAME explicó que “un factor que ayudó a deteriorar un poco el ánimo de los industriales en junio fue la suba del dólar”.