“Por supuesto que si el dólar sigue subiendo así va a haber impacto en los precios. Hay muchos productos primarios que están dolarizados, como el aceite y las harinas. Lo mismo pasa con insumos básicos como la chapa o el polietileno. Ya están llegando nuevas listas de precios y en el sector se espera que esto continúe”, analizó ayer una alta fuente de las cadenas de supermercados. Los grandes comercios advierten que en las últimas dos semanas comenzaron a llegar aumentos de alrededor del 5 por ciento en aceites y harinas y en artículos de empresas como Arcor, Coca-Cola y Molinos, que son las que siempre pican en punta y que luego acompañan las demás. En tanto, el consumo masivo continúa en terreno negativo.
El diagnóstico de los empresarios que participan en la formación de precios y las consultoras especializadas es similar a la hora de analizar el impacto de la suba del dólar sobre los precios. En otra sintonía está el Gobierno: el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, señaló días atrás que “hace pocas semanas la críticas eran que teníamos un tipo de cambio atrasado, ahora que se acomoda un poco y que eso no tiene impacto en los precios se lo plantea también como una situación de inestabilidad”. En el mismo sentido se manifestó el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, al señalar que “no hemos visto ninguna reacción de los precios al dólar. El tipo de cambio flotante sube o baja y uno no ve un cambio en la dinámica de precios. Es extraordinariamente sano que así sea”.
Según los datos de la consultora Elypsis, en julio el rubro alimentos y bebidas subió al 2,3 por ciento mensual, impulsado por la carne (2,8 por ciento), bebidas no alcohólicas (2,0) y bebidas alcohólicas (2,6 por ciento). “Hubo una aceleración en esta última semana”, dijo Nicolás Abuchar, economista de la consultora. Se especulaba que una suba momentánea del dólar, cuando comenzó el alza desde los 16,30 pesos a mediados de junio, podría no ser decisiva para los precios, pero el nuevo escalón de los 18 pesos y la idea de que el camino alcista va a continuar dejan pocas dudas sobre el impacto que la divisa tendrá sobre la inflación.
Desde una de las cadenas de supermercados más grande del país contaron a este diario que “se venían reconstruyendo algunas listas de precios, como el caso de Coca-Cola y de Molinos y ahora se sumaron Arcor, los aceites y las harinas. Las subas rondan el 5 por ciento”. Esta semana, el incremento de entre el 4 y el 6 por ciento de toda la gama de productos de Arcor fue uno de los temas de debate entre los supermercadistas regionales.
Los economistas Alejandro Robba y Emiliano Colombo, de la Fundación Estado, Trabajo y Producción, difundieron ayer un estudio en el cual plantean que “la subida del dólar agregará un punto porcentual adicional a la inflación hasta fin de año”. “Por el efecto directo e indirecto de los bienes importados y exportados, subirán los precios de muchos productos. Los artículos electrónicos, el precio de la nafta e insumos de la industria nacional constituyen el llamado efecto de ´primera ronda´, en donde se refleja en el precio final el incremento en los costos de los bienes importados/exportados que están fijados en dólares. Nuestro país tiene uno de los efectos de primera ronda más bajos de América Latina impactando en menos de un tercio en el precio final. Pero existe otro efecto, llamado de segunda ronda, en el cual los precios tienen otra ronda de remarcación que deviene del grado de disputa entre la puja de los trabajadores para incrementar los salarios y la capacidad de los empresarios para imponer sus precios. En nuestro país los efectos de remarcación de precios de segunda ronda representan el 70 por ciento del traslado final a precios de una devaluación, el tercero más alto de América Latina”.
Desde el otro lado de la biblioteca, el ex presidente del BCRA, Martín Redrado advirtió que “seguimos siendo muy sensibles a los movimientos cambiarios, el componente importado de insumos en la producción nacional es muy alto. No es lo mismo tener un dólar a 16 que a 18 pesos, porque se traslada a precios y también a la formación de expectativas”.
Alberto Williams, vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Ciudad de Buenos Aires dijo a este diario que “hasta hoy en las carnicerías estamos todavía con los precios previos a la suba del dólar. Pero por lo que escuché, esto termina en las góndolas. Nunca se han quedado quietos en el mercado de hacienda cuando hay estas subas en el dólar, a pesar de que a la gente ya no le da para comprar carne”.
El único dique de contención para los precios es por ahora el alicaído nivel de consumo. Los supermercados aseguran que las ventas fueron más flojas en julio que en junio y que si bien hubo traslado de consumo hacia los mayoristas, ese movimiento se verifica en un contexto de retracción general de la venta medida en unidades.