Agustina Pérez Rial presenta su primer largometraje con algunas funciones en la sala Leopoldo Lugones del Complejo Teatral de Buenos Aires. La película cruza ficción con documental para contar la historia de una sociedad secreta de comunistas eslavos creada para infiltrarse en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y establecer contacto con las delegaciones socialistas presentes. Una trama de espionajes y secretos en la meca del cine argentino.

Corre el año 1968 en la ciudad balnearia de Mar del Plata, hogar del cine argentino que, como todos los años desde su creación en 1954, se dispone a recibir a las delegaciones extranjeras en una nueva edición del Festival Internacional de Cine. Las fechas fueron anunciadas y se desarrollaría del seis al dieciséis de marzo. Diez días que cruzan la ficción con lo documental y dan lugar a una serie de intrigas, encuentros secretos, sociedades comunistas, censura y estrellas de cine que conforman las premisas del primer largometraje de Agustina Pérez Rial.

Como la propia locación de la historia, la directora Agustina Pérez Rial nació en Mar del Plata en el año 1982. Además de su carrera cinematográfica, su trayectoria profesional entrecruza lo académico con lo artístico. Es graduada en Ciencias de la Comunicación (FSOC-UBA), diplomada en Gestión Cultural (IDAES-UNSAM) y magíster en Análisis del Discurso (FFyL-UBA). Formó parte de diferentes grupos de investigación en la intersección entre semiótica, estudios audiovisuales y género. También es coeditora del libro Tránsitos de la mirada. Mujeres que hacen cine en Argentina (Libraria, 2014).

El interés por los misterios que oculta lo conocido llevó a la directora marplatense a interesarse por esta subtrama de su ciudad. Cuenta: “Es un film con el que busqué hablar sobre mi ciudad natal, Mar del Plata, un territorio que oscila entre el verano y el invierno, lo lleno y lo vacío, lo aristocrático perdido y lo popular degradado, lo real y los fantasmas que la habitan”. Esa intersección entre dos mundos que caracteriza al espacio marplatense se sitúa como escenario propicio para una historia de espionaje e intriga en consonancia con un contexto político particular.

La película cuenta que el departamento de inteligencia de la Provincia de Buenos Aires vigiló el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata de 1959 a 1970, año en el que terminaría por interrumpirse durante un periodo de veinticinco años. En plena dictadura de Onganía, se organiza desde el gobierno de facto la edición del año 1968 con el Coronel (R) Adolfo Ridruejo de Presidente del festival como una forma de mostrar una imagen de apertura con los demás países, mientras en el propio territorio continuaban la censura y la represión. A partir de un profundo trabajo de archivo que recopila los informes de inteligencia de la época y de un amplio material de acervo audiovisual, la película recrea desde los documentos de la vigilancia estatal la historia de una sociedad política que resiste de forma secreta: un grupo de comunistas eslavos creada para infiltrarse en el Festival y establecer contacto con las delegaciones de los países socialistas presentes.

Las imágenes en blanco y negro componen el entramado visual de Danubio y los fragmentos del cuerpo que se muestran en las fotografías dan una ilusión de movimiento, poniendo en un primer plano la textura de una época: peinados, estilos de ropa y personajes famosos del momento como Isabel Sarli, Armando Bó o Lee Strasberg y películas de la talla de Bonnie and Clyde (1967). “La película es también producto de otro disparador, la pregunta por lo que puede una imagen, por la verdad que deja traslucir y las narraciones de las que puede ser parte un archivo señala Pérez Rial. El documental está construido como una ficción de época hecha con fragmentos de archivos y una voz en off femenina que los va vinculando y cuenta una historia que no es verdadera, pero sí posible en la cual los servicios de inteligencia vigilan la ‘infiltración del comunismo en la cultura’. En ella una mujer inmigrante eslava traduce a las delegaciones de los países de Europa del Este que asisten como invitados al festival y con quienes la sociedad secreta llamada Danubio busca contactar. Los archivos muestran una ciudad de Mar del Plata que se convierte en teatro de operaciones de una militarización en crecimiento como centro de la paranoia dictatorial.

A los archivos de los informes de inteligencia, la película contrapone una voz narradora que cuenta la historia y se convierte en un personaje que ficcionaliza lo documental. A partir de un cruce entre cine y política, ficción y documental, Danubio invita a un collage hecho a base de legajos desclasificados, fotografías, materiales televisivos y fílmicos en diferentes formatos y de distintas procedencias. “En ella converge una época y algunas preguntas que me acompañan en el presente: las tensiones entre el peronismo y la izquierda, la relación entre cine y política, la inteligencia y las paranoias que cada estructura de poder construye para sustentar una época, aún en nuestros días” agregó la directora.

La película recibió los Premios a Mejor Dirección - José Martínez Suáres y Mejor Película de la Competencia Argentina - Asociación de Cronista Cinematográficos de Argentina en la 36° edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y puede verse los días 14, 15 y 16 de marzo a las 18 horas en la Sala Leopoldo Lugones (Av. Corrientes 1530)