“¿Cuántas personas más deben morir para que se acabe esta guerra?” Se preguntaba hace exactamente cinco años Marielle Franco en sus redes sociales haciendo referencia a la muerte de un joven en una de las favelas más grandes de Río de Janeiro, y de este modo también denunciaba una vez más el accionar violento de los grupos parapoliciales en las zonas más carenciadas de esa ciudad.
Al día siguiente, la concejala de 38 años fue asesinada de cuatro tiros en la cabeza junto a Anderson Gomes, el conductor del auto que la transportaba a su casa luego de un evento político en el centro de Río de Janeiro, y si bien el siniestro acontecimiento conmocionó a todo Brasil y tuvo una fuerte repercusión internacional, aún hoy, a media década de su muerte, el caso continúa sin resolverse.
En la foto que el Instituto Marielle Franco eligió para conmemorar el aniversario del asesinato, Marielle sonríe frente a la cámara. Está sentada en su escritorio de la Cámara Municipal de Río de Janeiro, tiene los labios pintados de rojo, los dientes muy blancos y se la ve fuerte, fresca, alegre. Es una imagen luminosa que contrasta con el silencio incómodo que le sigue al texto escrito abajo: “Ya son cinco años sin esa sonrisa, ¿quién mandó a matar a Marielle y por qué?
Una obra con un significado grande
Este mismo instituto creado por los familiares de Marielle también este martes presentó una escultura de 11 metros instalada en las columnas de la entrada del Museo de Arte de Río (MAR) para recordar el legado de la militante feminista y lesbiana que fue una defensora incaudicable de los derechos humanos y de las minorías. "Es una obra con un significado grande porque muestra el tamaño que alcanzó Marielle", dijo a la prensa, en el acto de presentación de la obra del escultor Paulo Nazareth, Marinete da Silva, la madre de la concejala. Además, a unos metros de allí, en la Plaza Mauá donde se concentran las conmemoraciones por la fecha, fue instalada una inmensa banderola y un panel montado por la organización Amnistía Internacional en el cual se muestra lo poco que ha ocurrido en los cinco años de investigación de su muerte.
Una carta para Lula
“La verdadera justicia por Marielle sucederá cuando todas las Marielles puedan florecer libremente”, aseguró a este diario en su última visita a Argentina Mónica Benicio, viuda de Marielle y actual concejala de Río de Janeiro. En consonancia con esa declaración, esta mañana Benicio, que desde la muerte de Marielle tomó las riendas de su legado y se abocó de lleno a la vida política, compartió un video en el cual relata una carta conmovedora a Lula Da Silva que se viralizó rápidamente en las redes sociales: “Todos los días amanezco contando el tiempo- cuenta la compañera de Marielle Franco- en parte porque la extraño, pero también lo hago como un método para denunciar la ausencia de respuesta”, dice su voz en off mientras se la ve a ella en la intimidad de su casa escribiendo la carta.
“Ver tantos cambios sin investigación, tantas especulaciones en medio de un gobierno fascista y genocida ha sido muy desesperanzador”, expresa más adelante Benicio haciendo alusión al gobierno de Jair Bolsonaro y al momento en que el caso se paralizó cuando la policía de investigaciones carioca encontró nexos entre la familia del expresidente y los dos policías detenidos por matar a la concejala. Y luego agrega: “Pero la desesperación cambió desde que usted ganó las elecciones, porque la esperanza pasó de ser más que un deseo un sentimiento posible y colectivo”, recordando que en febrero el ministro de Justicia de Brasil Flavio Dino pidió por la reapertura de la causa.
El video concluye con distintos recuerdos de Marielle que se van intercalando con imágenes de manifestaciones y los pedidos de justicia que se fueron llevando a cabo en estos años mientras la voz de Mónica relata: “‘Yo soy porque nosotros somos’, ese es el legado de Marielle. No seremos más olvidadas, ni masacradas ni invisibilizadas si logramos tener una justicia que traiga paz, que luche por la reparación y que procure respuesta para que no haya un año más en el que tengamos que volver a este dolor porque todavía nos seguimos preguntando quién mandó a matar a Marielle”.