Los índices de violencia en Maré, uno de los mayores y más violentos complejos de favelas de Río de Janeiro y en el que militaba la asesinada concejala Marielle Franco, alcanzaron en 2022 los mismos niveles de 2019, antes de que la pandemia redujera los tiroteos y hasta los operativos policiales. El año pasado 39 personas murieron por tiroteos en el complejo que reúne 16 favelas en la zona norte de esta ciudad brasileña, en su mayoría víctimas de operativos policiales, según un informe divulgado por la ONG "Redes da Maré".
El número es muy superior al de 2021, cuando 22 habitantes murieron víctimas de armas de fuego; duplica al de 2020, cuando se registraron 19 muertes por tiroteos, y se aproxima al de 2019 con 49 asesinados, de acuerdo con el estudio sobre la violencia en este complejo de viviendas que cuenta con 140 mil habitantes. El informe fue divulgado como parte de las conmemoraciones por los cinco años del asesinato de Marielle Franco, la concejala nacida y criada en Maré que se destacó por su lucha en defensa de los derechos humanos.
De acuerdo con el estudio, 27 de las 39 muertes por armas de fuego registradas el año pasado ocurrieron en operaciones policiales, y en 24 hay indicios de ejecución. "Las operaciones policiales que deberían generar una sensación de seguridad usan la fuerza como único instrumento de intervención y por eso impactan negativamente en la vida de los habitantes", denunció Camila Barros, una de las autoras del estudio.