Organizaciones políticas, sociales, gremiales y de derechos humanos realizaron la tercera jornada de movilizaciones frente al Palacio de Tribunales, bajo la consigna "Por un Poder Judicial que respete la memoria, busque la verdad y garantice la justicia". Mediante un audio, la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Taty Almeida se disculpó por no poder asistir debido a la ola de calor y aseguró: "La prueba de que la mafia judicial existe es que el genocida (Carlos) Blaquier ha muerto impune". Luego agregó que son necesarias las movilizaciones para "evitar que esta mafia siga actuando sin hacer justicia".
En el escenario central en la Plaza Lavalle, el nieto restituido y vocero de Abuelas de Plaza de Mayo, Guillermo Perez Roisinblit, afirmó que en en la actualidad "poder judicial y justicia no son sinonimos" y recordó que desde los organismos de derechos humanos se vienen denunciando "dilaciones de las defensas de genocidas que la justicia permite, cambios acomodaticios y beneficios de arrestos domiciliarios que nos perjudican en la búsqueda de justicia". Por su parte el abogado Pablo Llonto aseguró que desde hace tiempo "esta Corte decidió darle la espalda a los juicios de lesa humanidad" en referencia a la "lentitud" con que trabaja la justicia en estos casos pero advirtió que "no debemos bajar los brazos hasta sacar a esta Corte que ampara a los genocidas".
A su turno Coco Garfagnini, miembro del Comité por la Libertad de Milagro Sala, afirmó que la justicia participa en "el mecanismo de persecusión a líderes populares que persiguió a muchos compañeros y es el mismo que hoy persigue a (la vicepresidenta) Cristina Fernandez de Kirchner".
Tambien la integrante del Observatorio de derechos humanos de la CABA-ODH; Amalia Marrón criticó la participación de la justicia en lo que llamó un "acto negacionista y una regresión en materia de memoria" al respecto del debate que se desarrolló en las últimas semanas sobre del uso de las pistolas eléctricas-Taser como herramienta para las fuerzas de seguridad.
Marrón indicó que la "Corte suprema desestimó" los reclamos de las organizaciones de derechos humanos por considerar a las Taser "armas no letales, siendo que son elementos de torturra. Neo-picanas", explicó.
Seguidamente Jerónimo Guerrero Iraola, miembro del Centro Ex Combatientes Islas Malvinas (C.E.C.I.M), explicó como "la Corte Suprema viola los derechos humanos y revictimiza" a los soldados torturados en la guerra de Malvinas debido a las dilaciones del "tránsito judicial". Asimismo, reiteró que ante la búsqueda de justicia "los compañeros siempre encontramos un obstáculo o una concesión al poder".
Tambien Iris Avellaneda, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, relató el caso de su hijo Floreal Edgardo Avellaneda, desaparecido durante la última dictadura cívico-militar, cuya causa judicial fue la primera del megaproceso sobre los crímenes cometidos en Campo de Mayo, la cual sufrió diferentes cierres y dilaciones a lo largo de los años.
Eugenia Vázquez, miembro de Familiares de víctimas de Violencia Institucional, relató el caso de su hermana Andrea Viera, muerta y torturada por la policía de Florencio Varela en 2002: "Cinco juicios tuvimos y muy pocas condenas, solo dos perpetuas y dos condenas menores", sintetizó frente al público y pidió "que el Nunca Más sea en serio".
La convocatoria "Hablemos sobre Derechos Humanos" formó parte de una seguidilla de encuentros "Democracia sin mafia judicial. Argentina sin proscripción" que se viene desarrollando los días martes en Plaza Lavalle hace dos semanas.