"Nosotros nos reunimos con gente de Lincoln para poder recrear el pasado a través de las fotos", afirma Juan Gabriel Paoletti, que junto con Fabián Pérez se encarga del manejo de Lincoln de Antaño, una página de Facebook, comunidad y archivo fotográfico digital que cuenta con más de 14 mil seguidores

Todo comenzó en 2012, cuando Fabián encontró algunas fotos antiguas de Lincoln en la casa de su suegro. Curioso por el hallazgo, decidió publicarlas en su propio Facebook. Fue tanta la repercusión que decidió crear un perfil dedicado pura y exclusivamente a compartir ese tipo de recuerdos con la comunidad. 

Hoy en día, solamente las "Fotos de la biografía" de manera general superan las 13 mil fotos compartidas. Tienen fotos desde 1890, y publican todos los días, excepto el primero de enero, me aclaran. Han llegado a publicar 30 fotos por día. "Hoy estamos en 15 fotos diarias. Achicamos porque nos dimos cuenta que la gente prestaba más atención, puede observarlas con más detalle. A veces cuando las publicamos de a muchas se pierde cada foto individual", afirma Juan Gabriel, el segundo al mando.

Juan Gabriel es quien recibe la llamada de alguien que quiere compartir sus fotos familiares con el Facebook. Su función es la de reunirse con las familias o ponerse en contacto, recolectar las fotos y digitalizarlas, para compartirlas con su comunidad de 14 mil personas. "Es como un museo fotográfico digital", afirma Juan Gabriel.

"Me metí porque veía algo muy interesante en poder recordar con la gente", afirma Juan Gabriel. "Era una forma de tener una historia permanente, donde todos los días nos acordamos de uno, o de otro, de una casa. Claro que con cada foto nueva nos enteramos todos los edificios que se destruyeron, la gente que falta, pero así es la historia".  

Además de la estricta periodicidad que mantienen, lograron también armar álbumes de fotos con conceptos varios como "Bomberos voluntarios de Lincoln", "Frigorifico Tosini", "ESCUELA RURAL 37 "Paraje La Mula", "Asociación Irlandesa de Lincoln", además de innumerables álbumes que empiezan con la palabra "Familia" y continúan con un apellido. 

"También hacemos efemérides, como el Día de la Mujer, o vamos cambiando de temáticas: hacemos edificios antiguos, cuando nos cansamos pasamos al área de deportes, cuando nos cansamos pasamos a otra cosa. Es muy variada la manera de publicar", afirma Juan Gabriel.

Desde los 17 años, a Juan Gabriel le interesó la historia lugareña, de la que es aficionado, y participó del Museo Histórico Municipal. Fabián, por el contrario, tiene formación periodística y se desempeña como Jefe de Prensa de los Bomberos Voluntarios de Lincoln. 

"Me interesaba saber los orígenes, la cultura de nuestra creación. Las personas te empiezan a contar de su familia, y se reconstruye la historia. De dónde vinieron, los inmigrantes, una parte muy importante de Lincoln, donde vinieron españoles, italianos, irlandeses", afirma. Dentro de las fotos que encontraron, pudieron desentrañar no solamente los primeros inmigrantes y las primeras sociedades de fomento, sino también el rol de la masonería en la fundación de la ciudad. 

A medida que recolectaban, iban entrenando la mirada. "Se nos empezó a hacer mucho más fácil observar una foto y empezar a reconocer gente, edificios, o cosas que nos pudiesen llamar la atención", afirma. "Se aprende, cuando hay una pasión, no hay con qué darle". 


Un ida y vuelta

Una regla muy importante de este museo fotográfico virtual es que continúe siendo, justamente, virtual. Lincoln de Antaño no conserva ninguna foto física ni archivo material. Por el contrario, las fotos son devueltas a la familia o el individuo que decidió compartirlas. "Lo que nos da la gente, es de la gente", afirma. 

"Tener una foto en tu casa y no mostrarla es negarle la historia a todos", afirma. "Nosotros tratamos de que la historia de tu familia sea la historia de todos, porque pertenece a la historia de Lincoln. Es una forma de incluir, y también de jugar con la gente, de compartir". 

El ida y vuelta con la comunidad es constante. Hoy, les llegan varios tipos de consultas a la página. Muchas veces, búsquedas de familiares. "Nos escriben y nos pasan un apellido, un nombre, a ver si nosotros podemos recabar información. A pesar de que hay otros métodos hoy día para encontrar gente, nosotros tratamos de colaborar. Y vamos al mapa quizás de 1906, al censo de 1895. Tratamos de darle la solución a la persona, o la derivamos hacia donde pensamos que la puede encontrar. Sin gasto, por supuesto", afirma. 

Su función de gente que busca gente es poderosamente existosa: han llegado a recomponer la identidad de algunos que antes de contactarlos, no tenían información sobre sus verdaderas familias. 

Juan Gabriel afirma que la colaboración de la página es permanentemente enfocada en la gente. "La intención es dar una solución. Lo hacemos por pasión. Se vuelve algo socialero, a nosotros nos encanta que nos pidan cosas, que nos consulten, y también que nos contacten para subir sus fotos", afirma. 

Una colaboración muy fructífera y necesaria es la que existe con las escuelas, para las que Lincoln de Antaño funciona como biblioteca virtual. "Nos escribe una docente y nos dice que no hay fotos de la plaza en tal década, y se las mandamos. ¿Cómo no se lo vamos a devolver a la comunidad? Ellos nos lo dieron, lo tenemos que devolver", afirma. 

Durante el aislamiento por COVID-19, la circulación de las fotos por la web sirvió para "jugar", como afirma su creador, sobre todo con la gente mayor. "Creo que en ese momento publicabamos las 30 fotos por día. Para nosotros fue muy importante mantener a la gente mayor entretenida y hacerla recordar historias en un momento tan duro", afirma. 

El clima es de divertimento y comunidad. En la página se prohíbe cualquier tipo de agresión política. "Que no exista la agresión en sí, en definitiva. Podemos tener diferencias, pero no necesitamos agresión en la página. Alguno se le escapa la tortuga, pero lo manejamos y es eliminado inmediatamente", afirma. 

Cuando le pregunto a Juan Gabriel por su foto preferida, se ríe. "No sé ni cuántas fotos tenemos en la página al día de hoy. El primer carnaval, la primera calle asfaltada, no sé. Las historias son infinitas. Poder reunir toda la historia y mostrarla es lo más lindo que puede pasar. Es lo que queda para nuestros chicos", concluye.