En Países Bajos, la justicia condenó a un hombre de 28 años por haberse sacado el preservativo sin consentimiento mientras mantenía relaciones sexuales, práctica que se conoce como "stealthing". Se trata de la primera pena en ese país para este tipo de prácticas.
El acusado negó haberse quitado el condón, pero el juez consideró que había pruebas suficientes que determinaban lo contrario. Por ese motivo, el Tribunal de Rotterdam lo condenó a 3 meses de libertad condicional y a cumplir un período de prueba de 2 años. Además deberá pagar a la víctima una indemnización de 1.000 euros.
Los abogados de la mujer aportaron como prueba mensajes de WhatsApp que el acusado le envió a la mujer que demostraban que tenía pleno conocimiento de lo que había ocurrido.
“Hubo coacción, pero no violación”, entendió el juez en su veredicto, "porque hubo acuerdo sobre la penetración sexual, pero no sobre la penetración sexual sin condón", explicó. Agregó que "el hombre perjudicó la confianza de la mujer y la expuso a enfermedades de transmisión sexual y riesgo de embarazo". Y que "esta acción se enmarca lo que se denomina 'stealthing', es una forma de sexo forzado sin protección”.
En países como Suiza, Alemania y el Reino Unido el "stealthing" está prohibido por ley. Si bien en los Países Bajos el fenómeno aún no está legalizado, se está trabajando en una nueva legislación que lo incluya y dicha resolución marca un antecedente.
En 2021, California se convirtió en el primer Estado estadounidense en determinar que el "stealthing" es un delito y por consiguiente, pausible de pena.