Luego de un inicio de semana en la que los cortes de energía afectaron a alrededor de 100 mil personas de la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que todavía continúan en buena parte del territorio, el interventor del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), Walter Martello, sostuvo que la continuidad del contrato de la distribuidora Edesur "merece un debate parlamentario serio" en el Congreso "para que la sociedad sepa quién está defendiendo este tipo de intereses".

"Me resultaría muy interesante ver la cara de quien no está de acuerdo" en la discusión sobre "la situación gravosa de EDESUR y cómo fundamenta su continuidad, porque hay situaciones que tienen que estar ajenas a la cuestión política", dijo en una entrevista en Radio 10, horas después de que el corte de energía haya afectado a decenas de miles de personas en la provincia.

En las últimas de horas, las quejas de los usuarios por los cortes de energía se replicaron a lo largo de una buena parte del territorio bonaerense. El martes, el ENRE anticipó que en un plazo de 90 días enviará al Congreso un informe en el que se analizará y evaluará el desempeño de la prestación del servicio público de distribución eléctrica de la empresa EDESUR, como así también se avanzará en observar "el grado de cumplimiento de las obligaciones contenidas en el contrato de concesión".

Según el comunicado del Ente, "la auditoría en curso considera la evaluación operativa y de gestión de la distribuidora que han derivado en la falta de atención en tiempo y forma de los reclamos de los usuarios en la reposición del servicio, incumplimientos estos que más allá de los indicadores globales e individuales de calidad, denotan cuestiones subyacentes que pueden afectar la continuidad de la concesión".

En ese contexto, Martello aseguró que el organismo "va a sancionar" a las empresas concesionarias de luz por los cortes de más de 72 horas, que hasta ayer habían afectado a 115.000 usuarios de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. En esa región del país, esta semana se superaron los registros históricos de consumo, impulsados por la ola de calor, según informaciones que también se desprenden del ENRE.

"La temperatura no es la excusa, sino la falta de inversiones, aun cuando tuvieron, no hace tanto, casi un 3.000% de aumento en la tarifa", afirmó el funcionario que explicó que el plazo de 90 días que fijó el ENRE para enviar el informe al Congreso se debe a que "no se quiere dejar ningún flanco abierto" ante eventuales demandas judiciales de Ente Nazionale per L’energia Elettrica (ENEL), la controladora italiana de la empresa que adelantó su decisión de rescindir el contrato de concesión.

Martello indicó que en ENEL "han contratado a un estudio internacional de abogados para litigar ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) en caso de la rescisión". En ese sentido recordó que durante la presidencia de Mauricio Macri, “todos los juicios ante el CIADI fueron pagados al contado". "No le vamos a dar a EDESUR la posibilidad de que litigue con fundamento, vamos a tomar todas las precauciones para que el Congreso, la política en su conjunto, defina qué hacer", planteó el interventor, al tiempo que recordó que a la compañía "le quedan 60 años de concesión".

Martello admitió que la discusión "se podría hacer por otra vía" pero defendió la instancia de hacerlo en el Congreso por entender que el contrato de Edesur "merece un debate parlamentario serio, que desnude las condiciones de cada uno de los grupos políticos en la Argentina, para saber dónde está parado cada uno".

Las constantes fallas y el bajo nivel del servicio brindado por EDESUR atraviesan la vida de los habitantes del sur de la Provincia de Buenos Aires. EDESUR es un problema bonaerense. En sus funciones, la Empresa Distribuidora Sur abarca una parte de la Provincia que, dentro de la jerga eléctrica, es denominada como una “zona dura”. Es una referencia a la cantidad de usuarios. EDESUR opera brindándoles su servicio a 2,5 millones de clientes. La mayoría de ellos, 1.800.000, son titulares bonaerenses. Están desparramados en doce distritos: Avellaneda, Lanús, Almirante Brown, Ezeiza, Cañuelas, San Vicente, Presidente Perón y Florencio Varela y también, como los más afectados por los apagones recientes, Esteban Echeverría, Lomas de Zamora, Quilmes y Berazategui. De toda la electricidad brindada, solo el 40 por ciento va a usuarios residenciales. El resto atiende a empresas, comercios y al Estado.

Este peso territorial, a veces soslayado, es el que impulsó al jefe de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, a proponer que los municipios bonaerenses que están bajo el ala de EDESUR se hicieran cargo de la compañía, tomando la posta en la distribución de electricidad. En febrero, a través de su cuenta de Twitter, el funcionario subrayó que hace tres años viene denunciando el accionar de la empresa. Y resaltó: “los municipios responsables de la zona de influencia de EDESUR creemos que llegó la hora de tomar cartas en el asunto”. Además, propuso “armar un consorcio y ofrecer, dentro de las reglas del mercado, hacernos cargo de la compañía pagando lo que vale”. 

Con esta propuesta, lo que busca el jefe de Gabinete es “hacerse cargo de EDESUR preservando, en poder de los municipios, el valor de los activos regulatorios” con el fin de ponerse “al frente de la inversión que hace falta para terminar con la desidia de la empresa”. Este pedido fue respaldado públicamente por los intendentes Nicolás Mantegazza, Marina Lesci y Jorge Ferraresi. Por su parte, los intendentes Fernando Gray, Andrés Watson, Juan Fabiani y Mayra Mendoza, también hicieron público su descontento con el accionar de la empresa.

En la misma sintonía, el secretario general de la Asociación Personal Superior de Empresas de Energía, Carlos Minucci, afirmó que “las multas no sirven para tratar el problema de fondo” y, a la par de las diputadas Vanesa Siley y María Rosa Martínez, formuló un proyecto de Ley en donde invita al Estado a plantearse la posibilidad de adquirir el 51 por ciento de EDESUR y “crear una empresa mixta, al estilo YPF”.