"Nuestro sistema bancario sigue siendo sólido y los estadounidenses pueden tener la certeza de que el dinero que depositaron estará disponible cuando lo necesiten", dijo la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen. La funcionaria busca llevar calma al público para que la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) no se termine transformando en una corrida que impacte sobre el corazón del sistema bancario.
Yellen se presentó ante los senadores para defender el proyecto de Presupuesto de la administración de Joe Biden para 2024. "Las acciones de esta semana demuestran nuestro firme compromiso de garantizar la seguridad de los ahorros de los depositantes", indicó, en relación a la rápida respuesta del gobierno de ese país para garantizar los fondos a los depositantes del SVB y también del Signature Bank de Nueva York, también quebrado. De modo que los depositantes afectados ya tienen acceso a su dinero. Además, la Reserva Federal se "comprometió a prestar los fondos necesarios a otros bancos que los necesiten para cumplir con solicitudes de retiro de sus clientes".
Coletazo europeo
A pesar del esfuerzo del gobierno norteamericano de dar señales de control sobre la crisis que desató la quiebra del SVB, en los mercados europeos siguen los coletazos. Luego de que durante la jornada del miércoles las acciones del banco suizo Credit Suisse sufrieran un derrumbe, el jueves se produjo una fuerte recuperación de esos títulos en Wall Street, luego de que la institución anunciara un salvataje por hasta 53.700 millones de dólares de parte del Banco Central de Suiza y una recompra de deuda por 3325 millones de dólares "para brindar confianza a inversores y depositantes".
En medio de semejante cimbronazo, el Banco Central Europeo dispuso un nuevo incremento en sus tasas de interés de 50 puntos porcentuales para frenar la inflación en la zona del Euro. La medida fue adoptada a pesar de las dudas sobre el impacto que viene teniendo la política de encarecimiento del dinero, tanto en Europa como en los Estados Unidos, de cara a los desequilibrios bancarios que están a la vista.
Con esta suba, las tasas suman seis incrementos que acumularon 350 puntos desde julio pasado. El objetivo es apaciguar la suba de los precios, que está en el orden del 10,9 por ciento. Las tasas están en sus máximos niveles desde la crisis de 2008. De todas maneras, la autoridad monetaria regional señaló que “el Consejo Gobernante está monitoreando las tensiones actuales en el mercado y está preparado para responder si es necesario para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la Eurozona". Y de manera similar a Yellen, el BCE aseguró que "el sistema bancario de la Eurozona es resiliente, con fuertes posiciones de capital y liquidez”.
El problema de la suba de tasas es que implica una depreciación en el precio de los activos que puede afectar la hoja de balance de los bancos. Eso pasó en el caso de Silicon Valley, lo cual juega como elemento disparador de comportamientos en manada. La directora del BCE y vieja conocida de Argentina, Christine Lagarde, afirmó que “el sistema bancario hoy está en una posición más fuerte que en la última crisis financiera de 2008. Nuestro staff supo demostrar en el pasado que puede responder en poco tiempo en caso de que haya una crisis de liquidez, si eso sucediera, que es algo que no estamos observando ahora”.