Desde Santa Fe
La Cámara Federal de Rosario confirmó ayer el procesamiento de la fiscal Cristina Ferraro por supuesto “encubrimiento agravado” y “abuso de autoridad” porque “permitió que sacaran en forma clandestina el dinero" que había en una caja fuerte y en oficinas de una agencia de turismo –que operaba como cueva financiera-, horas después del asesinato de su dueño, Hugo Oldani, en febrero de 2020. La plata se la llevaron la hija y el yerno de Oldani y un matrimonio amigo, pero sin que el hecho “quedara documentado formalmente”, dice la sentencia del tribunal. El monto total es una incógnita, aunque un peritaje que solicitó el fiscal federal Walter Rodríguez –que investigó el caso- lo estimó en un millón 100 mil dólares y tres millones de pesos. Ferraro quedó al borde de la destitución, en noviembre la Legislatura ya la suspendió en su cargo por cinco meses hasta abril, pero ayer el diputado peronista Leandro Busatto dijo que pedirá la reapertura del “proceso disciplinario y la sanción más dura”. “La causa Oldani es un verdadero escándalo institucional en el que el MPA miró para otro lado. Un crimen en el que desaparecieron un millón de dólares y pruebas”, la misma noche “de un homicidio”, señaló el legislador.
Ferraro está procesada desde junio de 2022. El juez Carlos Villafuerte Ruzo –subrogante en el Juzgado Federal Nº2 de Santa Fe- la imputó por presunto “encubrimiento agravado” y “abuso de autoridad” en una causa que se inició por la denuncia del ex ministro de Seguridad Marcelo Sain, en junio de 2020. El procesamiento se extendió entonces al empresario José Luis Hernández –yerno de Oldani- y a dos amigos de su esposa: la abogada Virginia Venetucci y Diego Medero. La hija de Oldani, Virginia y una empleada de la empresa están procesadas en otra causa por supuesta “intermediación financiera no autorizada” que pasó a juicio oral en febrero de 2022.
Ayer, la Camara Federal de Rosario confirmó sólo el procesamiento de Ferraro y de Medero porque Hernández y Venetucci no apelaron.
“Las pruebas reunidas en la causa” por el fiscal Rodriguez “permiten inferir que la fiscal Ferraro tenía la intención de prestar ayuda a los familiares de Oldani para hacer desaparecer objetos que estuviesen relacionados al delito de intermediación financiera no autorizada, por el que luego fueron procesados”, dice la Cámara, en el primer voto de la jueza Elida Vidal.
Vidal focalizó el “comportamiento” de Ferraro esa noche del 11 de febrero de 2020, cuando concurrió “a la escena del crimen”, horas después del asesinato de Oldani, porque los “familiares reclamaban su presencia”. Lo "llamativo" es que "no ingresó a las oficinas de la agencia de turismo”, sólo “permaneció en el hall” y “mostró una actitud sospechosamente desinteresada” ante dos hechos: 1) cuando los investigadores le anunciaron el “hallazgo de una gran cantidad de dinero en efectivo en moneda nacional y extranjera” y 2) que “la caja fuerte estaba cerrada y la hija de Oldani se negaba rotundamente a abrirla”.
Uno de los investigadores descubrió "gran cantidad de dinero en efectivo” en la parte de atrás de las oficinas, pero cuando le comunicó el hecho a Ferraro, la fiscal “respondió que eso no era de interés ya que se encontraba abocada al homicidio”.
Después de la medianoche, "ingresan (a la agencia) con autorización de la fiscal, la hija de Oldani, su marido y una amiga del matrimonio” y luego “estas tres personas salen del local con cartera y bolsos. El hombre llevaba una mochila también”, señala la Cámara.
“Virginia Oldani y su marido José Luis Hernández” dijeron en la causa que “la noche del homicidio de Hugo Oldani, ambos ingresaron al local –luego de las pericias- y con autorización de la fiscal retiraron el dinero existente”. Por lo tanto, esa "autorización a los familiares puede tenerse por probada", a pesar de que la fiscal dijo que sólo autorizó a retirar “el DNI del Oldani”.
La Cámara coincidió con el fiscal Rodríguez, quien “demostró la clara intención de los familiares y allegados a Oldani de retirar el dinero existente en las oficinas de la agencia de turismo y para eso realizaron distintas acciones, primero para ocultarlo y luego hacerlo desaparecer”. Y cita un diálogo entre Hernández y una empleada de confianza de la empresa:
“¿Vos podrás venir para la oficina? Por la plata –le pregunta Hernández.
-Si, si necesitas que vaya voy –le contesta ella.
-Yo estoy acá con la policía y seguro van a querer entrar. Y algo tenemos que hacer para que no vean todo ahí atrás y no empeorar la situación.
-Fijate si encontrás las llaves de Hugo, ahí está la llave de la caja fuerte y mete todo ahí adentro o en una caja de archivos.
Otro de los diálogos que cita la Cámara es el de Medero con la misma empleada de la empresa: “Hay que sacar esta noche todos los dólares. Porque mañana traen una orden", le dice.
-Si, es la idea –le contestó la señora.