La mesa política del PRO bonaerense se reunió este jueves en Vicente López para avanzar en la estrategia política de cara a la elección provincial en la que enfrenta dos desafíos encadenados sobre los que todavía no se alcanzan definiciones concretas: la forma en que se definirá el aspirante a la gobernación del espacio que integran junto a la UCR, la Coalición Cívica y el peronismo pichettista; y la necesidad se asegurarse la continuidad en la veintena de distritos que conduce el ala amarilla de la alianza.
La reunión, convocada la semana pasada con casi exclusivos fines de índole roqsquera, estuvo marcada también por las críticas al oficialismo luego de la difusión de los últimos datos de la inflación; y por la situación que en las últimas horas concentra todas las preocupaciones en una buena parte del conurbano bonaerense, que tiene su epicentro en los cortes de energía que dejaron sin servicio a más de cien mil personas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en el conurbano.
"La falta de suministro eléctrico es responsabilidad absoluta de EDESUR, que brinda un servicio tan malo que ni la sucursal de Lanús de la empresa tiene luz”, señaló el intendente de esa localidad, Néstor Grindetti, en la previa a la reunión. De hecho, uno de los aspirantes macristas a la gobernación fue uno de los pocos intendentes opositores que apuntó directamente a la empresa y pidió a los damnificados que avancen “los reclamos”.
Pese a los intentos por acelerar las definiciones que contemplen los intereses de todos los sectores, en el PRO siguen dilatando la definición respecto a la posibilidad de habilitar las primarias en los distritos que gobierna el partido fundado por Mauricio Macri, decisión en la que también tendrá su peso la palabra del socio mayoritario de la alianza Juntos por el Cambio: la Unión Cívica Radical.
El partido centenario empezó a descubrir su postura al respecto el pasado fin de semana, cuando el presidente UCR Comité Provincial, Maximiliano Abad, y su par de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mariela Coletta, se reunieron para acordar posicionamientos que buscan incidir en la resolución nacional de la estrategia radical. Entre otros puntos, ambos dirigentes coincidieron que en medio de las elecciones distritales simultáneas, Juntos por el Cambio debería “generar garantías de equidad e igualdad de condiciones en la competencia electoral en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias; para las precandidaturas de todas las categorías de cargos a elegir, conforme la legislación y la jurisprudencia aplicables”.
En el PRO, esa posibilidad de PASO generalizada no está todavía consensuada. La tensión al respecto vuelve a traslucirse desde la interna nacional que enfrenta a Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, a quienes algunos ya propusieron sentar a la mesa para acelerar las definiciones. Mientras el Jefe de Gobierno porteño busca evitar el enfrentamiento interno para asegurar la unidad y la continuidad en los municipios gobernados por el PRO, la ex ministra de Seguridad de Macri quiere librar la competencia en todos los distritos en que resulte necesario. Eso incluye el tramo principal entre los que se pondrán en juego en la elección, el de gobernador.
Más allá de la provincia de Buenos Aires, la intención de Bullrich es estratégicamente lógica y consiste en evitar que una única candidatura de Diego Santilli sirva de alimento bonaerense para las aspiraciones de Rodríguez Larreta. Con cuatro aspirantes alineados detrás de su figura (Grindetti, Javier Iguacel, Emilio Monzó y Joaquín De la Torre), la presidenta del PRO a nivel nacional espera sumar a sus filas a Cristian Ritondo, el ex ministro de Seguridad de María Eugenia Vidal que apoya las aspiraciones nacionales de la ex gobernadora y que, según las últimas encuestas, se acerca cada vez más a los números que siguen ubicando a Santilli como el amarillo mejor posicionado.