Veinte gestores culturales de diferentes puntos del país fuimos invitados, el pasado lunes 13 de marzo, al Centro Cultural Kirchner para dar testimonio de la experiencia en el campo y el impacto en las comunidades y centros donde llevamos adelante los respectivos proyectos ganadores de la primera y segunda convocatoria del Programa Gestionar Futuro.
El encuentro estuvo presidido por el Ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; el secretario de Gestión Cultural, Federico Prieto; la Directora de Integración Programática/Jefa de Gabinete SGC, Eliana Zanini y las coordinadoras del Programa Gestionar Futuro, Mariel Barbone y Ana Aguilera.
Entre los invitados, hubo representantes de Entre Ríos, de Mendoza, de varias ciudades del interior de la provincia de Buenos Aires, de La Plata, de la misma Ciudad Autónoma, referentes de la comunidad quechua que hace un interesante trabajo con la palabra y también nosotros, representando el proyecto Monstruos y Flores. Antología Federal de Minificción, que incluyó a 29 autores de seis provincias: Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Río Negro, Santa Fe y Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El Programa Gestionar Futuro cuenta con tres líneas de acciones: la línea de producción en la que se contempla la realización de eventos culturales y la accesibilidad orientada a desarrollar nuevas formas de participación en las prácticas culturales. Por su parte, la línea de comunicación y creación de contenidos hace hincapié en llegar a otros públicos y audiencias, y esto nos permite ver el propósito sembrador, inclusivo del programa. Ya, la tercera línea, es la de profesionalización, que está vinculada a la educación y a la investigación en ámbitos formales y no formales.
“Nuevas formas de acceso”, “llegar a nuevos públicos”, son claras señales que perfilan el rumbo de esta política cultural. Sabemos que hay un público interesado, en contacto permanente con el quehacer cultural que constituye grupos de seguidores de muestras plásticas, de recitales, de lecturas literarias.
Dichos actores culturales y su público, sin proponérselo, van conformando un grupo de conocidos y conocedores, de expertos en las diferentes expresiones artísticas y culturales que acompañan. La propia dinámica parecería dificultar la llegada a nuevas audiencias, por ello, el Programa Gestionar Futuro, busca y apoya los emprendimientos culturales que ponen en juego un abanico de acciones que incluya otros públicos y audiencias. ¿Por qué? Porque todos los ciudadanos y ciudadanas tenemos derecho a acceder al capital cultural que se produce en cada región, en todo el país.
El Ministerio de Cultura somos todos, dijo el ministro Tristán Bauer, y nosotros lo hemos atestiguado desde nuestro proyecto "Monstruos y flores. Antología Federal de Minificción", por muchas razones: En principio, encaramos la participación en el programa, allá por julio de 2021, convencidos de que somos actores culturales comprometidos desde nuestro lugar: la difusión de la lectura y la escritura literaria, y el programa nos legitimó.
Así, con la edición de un libro, con un género que despierta curiosidad y accesibilidad a la lectura como es la minificción, nos propusimos sacar la literatura de sus lugares comunes y entramos en salones comunales de pequeños pueblos de provincia, en aulas de escuelas periféricas y no periféricas, en asociaciones civiles y también en un cabaret, donde se le puso el cuerpo a la palabra, o bien, donde la palabra se hizo cuerpa.
La característica disruptiva y democratizadora del género (o transgénero) elegido, la minificción, despierta la curiosidad tanto de lectores avezados como de nuevos lectores porque en estos textos irreverentes, de cuidada escritura, hay lugar para la pasión futbolera, para perspectiva de género, para la denuncia social, para la anécdota, para el transformismo, para la reflexión existencial y la ironía, entre tantas otras.
Estas características de la minificción, que cuenta con un interés cada vez más creciente en el ámbito literario, también nos permitió acceder a los espacios naturales de la literatura como son los centros culturales, los bares donde los habitués van a escuchar lecturas, las asociaciones culturales, las bibliotecas populares y los institutos formadores. En este caso, lo hicimos con renovado frescor.
Fueron muchas las experiencias en las que sentimos que pudimos democratizar el acceso a la palabra literaria. Por ejemplo, el público adolescente de las diferentes escuelas visitadas, escuchó las lecturas con avidez, con genuina atención, y propiciaron un intercambio de preguntas que les permitió construir una perspectiva más cercana, menos inalcanzable, del acto de escribir. Por nuestra parte, los escritores que los visitábamos, escuchamos las producciones que habían realizado en las aulas, gracias a las profesoras y los profesores que pusieron en juego nuestro Monstruos y flores y dimos en igual medida, devoluciones y aplausos.
A lo largo de la ejecución de nuestro proyecto, nos encontramos con muchos, los jóvenes, niños, adolescentes y adultos que asistieron a la presentación de un libro “por primera vez”. Ese acto fundacional en la participación de eventos culturales es, acaso, la perla más brillante de nuestro impacto en el campo. Pero también nos queda la dicha, el franco y sano orgullo de haber abierto el espacio para que artistas de las diferentes ciudades, barrios, escuelas y pueblos visitados, compartieran su hacer con nosotros. Músicos, bailarines, vitivinicultoras, cantantes, violistas de cada lugar enriquecieron los encuentros y ensancharon los alcances culturales que nos habíamos propuesto.
También es preciso compartir, que en Pueblo Alvear, tras el paso de Monstruos y flores, la comuna observó la necesidad de tener una Comisión de Cultura, que coordinará el accionar de los grandes artistas que habitan en el lugar, así como la posibilidad de invitar a otros para convocar a futuros eventos culturales. Sin dudas, una siembra digna de destacar.
Ese mismo lunes 13 de marzo, en el Centro Cultural Kirchner, además de escuchar los testimonios de los gestores culturales, de generar un espacio de intercambio entre todos, se lanzó la tercera convocatoria del Programa Gestionar Futuro.
Nosotros nos sumamos al deseo del Ministerio de Cultura, para que se expanda la convocatoria a cada pueblo y ciudad donde hay un gestor cultural movilizando el quehacer artístico y social en su territorio. Desde nuestra experiencia les aseguramos que encontrarán un equipo cálido, comprometido, deseoso de acompañar y asesorar en todas las instancias la elaboración de proyecto, en la ejecución del mismo y en la rendición final.