A pesar de las medidas y las señales adoptadas por la Reserva Federal, bancos privados, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco Central Suizo, continúan los desequilibrios en el sistema financiero, luego de la quiebra del Silicon Valley Bank y del First Republic Bank de Nueva York. El Credit Suisse, tradicional entidad bancaria suiza, volvió a tener una jornada negativa, incluso luego del anuncio de rescate por parte de la autoridad monetaria de ese país. En tanto, el First Republic Bank, cuyo salvataje fue anunciado por parte de una serie de grandes bancos norteamericanos, sigue en caída.
Este viernes, las acciones de Credit Suisse volvieron a caer en más de 10 por ciento en la bolsa suiza y un 6 por ciento en Wall Street, luego de la tenue recuperación del jueves que vino a llevar tranquilidad ante el desplome histórico del miércoles. El Credit Suisse viene con dificultades económicas en los últimos años. La crisis de Silicon Valley Bank (SVB) profundizó estos desequilibrios y obligó al Banco Central Suizo a asegurar un salvataje de 54 mil millones de dólares, que no está claro si va a ser suficientes.
La situación del gigante suizo aparece como una amenaza. Al mismo tiempo, hay un problema de fondo para los bancos a raíz de la política de fuerte suba de tasas por parte de la Reserva Federal y del BCE para frenar la inflación.
En problemas
El Credit Suisse ya lleva varios años tambaleándose, pero esto se debe a malas ganancias y no por un problema de cobertura de riesgo como pasó con el Silicon Valley Bank. De hecho, ya a finales del año pasado circularon rumores sobre la caída del Credit Suisse, luego de escándalos financieros que derivaron en enormes pérdidas.
Liz Ann Sonders, analista financiera norteamericana, recordó ante la agencia Bloomberg que "esta acción ha estado en fuerte caída desde hace dos años, con lo cual claramente hay problemas en esta institución en particular que es anterior a lo que pasó con el Silicon Valley Bank". Si bien el Banco Central Suizo anunció la inyección de dinero, no está nada claro que vaya a alcanzar. Analistas del JPMorgan deslizaron que el Credit Suisse podría terminar o bien siendo absorbido por su competidor UBS dentro de una operación más amplia de escisión del gigante suizo o bien nacionalizado.
"El problema es que el Credit Suisse, según algunos estándares, puede ser demasiado grande para fallar pero también demasiado grande para ser salvado", dijo a Bloomberg el reconocido economista Nouriel Roubini, apelando al recuerdo de Lehman Brothers. Este viernes también sufrieron las acciones del First Republic Bank, a pesar del anuncio de grandes entidades para rescatarlo con una inyección de 30 mil millones de dólares.
Silicon Valley
El economista heterodoxo griego Yanis Varoufakis publicó una ilustrativa explicación sobre la crisis del SVB y las consecuencias que se observan hacia adelante. Varoufakis sostiene que la suba de tasas de la FED provocó un efecto tijera sobre el SVB. Por un lado, las empresas tecnológicas que eran depositantes se vieron más complicadas para pedir créditos, puesto que la cotización de sus acciones, a causa de la nueva política monetaria restrictiva, se fue a pique. En consecuencia, acudieron a sus depósitos.
Al mismo tiempo, las inversiones del SVB estaban mayormente alojadas en bonos del Tesoro norteamericano, que perdieron valor en el mercado secundario a raíz de la suba de tasas. Y el SVB, para poder devolver el dinero a las tecnológicas, tuvo que salir a malvender bonos, con el consiguiente efecto negativo sobre su hoja de balances. En un mundo financiero hiperconectado e inmediato, las noticias vuelan y la salida de depósitos se aceleró rápidamente, en una clásica corrida bancaria.
Varoufakis, quien es un gran crítico del capitalismo financiero de las últimas décadas, considera que la situación no es parecida a 2008, más allá de que profundiza la crisis que desde aquel momento se cierne sobre la economía global. La principal diferencia radica en que los bancos no están parados sobre activos basura, como en 2008.
Pero tanto en EE.UU. como en Europa, los bancos están expuestos a la suba de tasas, que en determinados contextos, como una salida masiva de depósitos, puede implicar asumir fuertes pérdidas patrimoniales. Varoufakis propone invertir la lógica de las recetas neoliberales: "austeridad para los bancos y socialismo para los obreros".