Fernando tiene 30 años, es de Hurlingham, hincha de Racing, docente de Teología y maradoneano. Va camino a Constitución y parece uno más en la muchedumbre de laburantes que día a día viajan en tren. Y lo es. O casi.
Mira el celular al que llega otro video grabado a miles de kilómetros de distancia. Son pibes y pibas de una cultura completamente diferente y parecen entender lo que alguna vez atravesó su cabeza y su corazón. Ve a eso chicos cantar a viva voz como si fueran de estas tierras y sonríe. Todo el tiempo le llegan videos de este tipo. Desde Nepal hasta Tierra del Fuego y tres meses después, se vuelve a sorprender con alegría.
En exclusivo para Buenos Aires 12, Romero cuenta que sin ser músico ni letrista encontró las palabras destinadas a marcar una época, no sólo en Argentina sino en el mundo “en dos momentos fundantes: el primero, la desaparición física de Diego y el segundo la obtención de la Copa América, cuando volvimos a sonreír. Eso me hizo pensar en que necesitábamos una canción en la que Diego nos acompañe”.
El inicio
Todo empezó dos días después del inolvidable 10 de julio de 2021, cuando Lionel Messi levantó la Copa América después de 28 años y en el mismísimo Maracaná. Esa noche, Fernando cocinaba para sus amigos con una melodía en loop en su cabeza.
Los días pasaban pero la felicidad por el campeonato no se diluía. Fernando hacía todo cantando e improvisando letras. Por alguna razón, en su mente apareció una vieja canción de La Mosca que había refrescado la hinchada de Racing y él actualizaría más tarde en modo selección, con un Maradona que desde algún lugar festejaba la victoria con Don Diego y Doña Tota.
Le gustó tanto que pasó la letra a un papel. Tiempo después un amigo lo convenció de tuitearla y un mes más tarde -cuando el tweet ya era viral- un notero deportivo lo encontró cerca de la cancha de River antes del partido contra Bolivia, tras la obtención de la copa América (él no había conseguido entrada, pero igualmente fue al estadio). El periodista, sin saber quién era, lo entrevistó y Romero cantó su canción. El destino quiso que de esa forma Messi conociera la letra y la eligiera como su preferida.
A partir de ese momento, las cosas se sucedieron como la piedra que cae pesada en un estanque calmo: la onda expansiva sacudió absolutamente todo. “La primera vez que la escuché cantada por los jugadores fue después de la Finalissima en Wembley. Festejaban cantando la canción y no lo podía creer. Ya me llegaban algunos videos de gente pero de ahí para adelante fue una locura”, recuerda el docente.
La obtención de la Copa del Mundo y principalmente los videos que llegaban desde Qatar transformaron su invención en un fenómeno que trascendió al propio fútbol: todos absolutamente todos conocían la letra y la cantaban en cada situación colectiva.
El fenómeno creció tanto que a La Mosca no le quedó más opción que volver a grabar la canción, esta vez con la letra de Romero a quien sumaron como compositor del texto. “Con Guillermo (Novellis) y los chicos de la banda decimos que es como un hijo que tenemos entre todos al que hay que proteger y cuidar”, asegura.
Fernando contó también que lo llenó de orgullo ver que la canción servía para “reivindicar a los ex combatientes y terminar con una dicotomía obsoleta” que oponía a Messi y a Maradona: “somos la tierra de los dos ¡y en vez de disfrutarlos los comparamos!”, dice.
Si bien existen varias versiones grabadas, hasta el momento sólo la Mosca lo reconoce en los créditos como autor de la letra. Sin embargo, él subraya que su intención nunca fue ganar plata y agrega que su espíritu docente "se alegra de lo que provocó en la sociedad”.
Romero cuenta que sus alumnos del Sagrada Familia de Haedo y del Sagrado Corazón de Hurlingham “lo que pasó con la canción lo sienten como un triunfo propio, ellos estuvieron en todo el proceso. Incluso los chicos nuevos o los que me van conociendo ahora a veces no me creen que soy yo, pero si charlamos un poquito se convencen”, completa.
"Hace unos días me llegaron vídeos de agrupaciones anti Bullying de México que encontraron en la letra un estímulo para algunos chicos caídos en depresión que habían pensado en quitarse la vida” y concluye: “es algo impensado, me emociona muchísimo”.
Un superhéroe de incógnito
Cuando una canción se vuelve tan masiva como "Muchachos...", su autor suele perder el anonimato y, al menos por un tiempo, la calle es sinónimo de interacción constante y curiosos que revolotean en busca de una selfie con la estrella del momento. Pero para Fernando Romero fue distinto: sin saberlo creó un hit de época mientras permanece casi en el anonimato.
La canción “ya es de todos, a veces me siento uno de esos superhéroes que se esconden detrás de las gafas y nadie sabe hasta qué punto interviene en sus vidas”, dice el hombre Zona Oeste con una ruidosa carcajada.
A la pregunta sobre si se presenta o no en público como el creador de la canción, Fernando responde que él no es "de chapear, algunas veces en los festejos, amigos míos le decían a la gente quién era yo, pero me sentía incomodo”. Aunque, antes de cerrar la entrevista reconoce que la única vez que lo dijo "fue un día que fui a un homenaje a Maradona y cuando llegué estaban por cerrar, ahí conté quién era yo. Guglearon y me dejaron pasar”.
A días de los primeros amistosos de la Selección Argentina como campeona del mundo contra Panamá (23 de marzo) y Curazao (28 de marzo), el bonaerense sueña con poder ver a toda la hinchada argentina cantando su hit: “todavía no tengo nada organizado pero sería soñado poder estar ahí”, admite.
Las entradas para el partido volaron en tan sólo dos horas. Según señalaron desde el portal Deportick, hubo momentos en que la cola virtual contaba a más de dos millones de personas sosteniendo la espera por un ticket para celebrar junto al equipo campeón y entonar, pos supuesto, la canción de Fernando en la cancha. En casa, junto a la hinchada.
La empresa asegura que se vendieron 63.361 tickets. Como alguna vez pasó con (I Can't Get No) Satisfaction por Jagger o Yesterday por McCartney, el Monumental se prepara para que Muchachos... explote en las gargantas como lo que es, una canción destinada a ser eterna.
Su creador espera estar ahí y emocionarse una vez más, aunque muy pocos lo sepan.