Si bien la atención suele centrarse en las tensiones de la Cámara de Diputados -con su belicosa paridad de fuerzas-, es el Senado el que se encuentra paralizado hace más de cuatro meses. La última sesión fue en noviembre, cuando el oficialismo consiguió aprobar la candidatura de Martín Doñate para el Consejo de la Magistratura (aunque después la Corte Suprema le bajó el pulgar), y desde entonces la bancada del Frente de Todos no ha logrado sumar el número para sesionar. La situación es todavía más delicada desde que el interbloque se rompió y un grupo de senadores díscolos partió rumbo a armar su propio bloque, dejando al oficialismo sin la primera minoría. En los últimos días, sin embargo, se reactivaron las conversaciones entre el FdT y Juntos por el Cambio para sesionar el 30 de marzo: la expectativa era poder sacar a la Cámara alta de su letargo con un temario que incluyera los pliegos de jueces de Rosario, así como la Ley Lucio y la de Alcohol Cero. Pero una pelea de último momento terminó embarrando el panorama.
El presidente del interbloque oficialista, José Mayans, se reunió esta semana con Humberto Schiavoni (PRO), Luis Naidenoff (UCR), Alfredo Cornejo (UCR) y Mariana Juri (UCR) después de mucho tiempo. Mayans ya había intentado impulsar el 24 de febrero una sesión que tratara algunos de los proyectos que habían quedado pendientes, pero el éxodo de cuatro senadores peronistas para armar su propio bloque -Unidad Federal- terminó cambiando los planes. Y es que JxC, por entonces, sostenía a rajatabla su decisión de bloquear el Congreso mientras durase el juicio político a los jueces de la Corte Suprema. "Pero si hasta Lilita Carrió presentó un pedido de juicio político a Lorenzetti", les recriminó Mayans a les senadores cambiemitas entonces. Tres semanas después, llegó el deshielo: en el despacho de Mayans, senadores oficialistas y opositores comenzaron a barajar algunos proyectos de consenso. JxC pedía por los pliegos de los jueces de Rosario y Mayans propuso sesionar el 30.
Luego de aquella reunión, la primera respuesta llegó de parte de Unidad Federal. Ofendidos porque no los habían invitado a la reunión, el flamante bloque -compuesto por Guillermo Snopek (Jujuy), Edgardo Kueider (Entre Ríos), Carlos "Camau" Espínola (Corrientes), María Eugenia Catalfamo (San Luis) y la schiaretista Alejandra Vigo- sacó un comunicado convocando a una sesión para el 29 de marzo. En el temario incluían todos los proyectos que se sabían de consenso -los pliegos de jueces para Santa Fe y Córdoba y la Ley Lucio- y uno de su propia agenda: una iniciativa para reducir la tarifa eléctrica en todo el país. "Se enojaron y pidieron una sesión un día antes. Una jugada totalmente infantil", se quejó un senador del FdT.
En el FdT todavía no les perdonan a los senadores díscolos haber roto el interbloque, especialmente a los que habían sido más cercanos, como Snopek. "El que avisa no traiciona pero una puñalada así por la espalda nos la cobramos", le dijo un senador oficialista al jujeño cuando se enteró de la noticia. Sin embargo, más allá de los enojos, el oficialismo sabe que depende de ellos para conseguir quórum y que tendrá que negociar.
En Unidad Federal, mientras tanto, no todos se autoperciben como "opositores" -o, en todo caso, aclaran que solo son "opositores" de Alberto Fernández, porque varios mantienen un buen vínculo con Cristina Fernández de Kirchner- e insisten que no serán un obstáculo para sesionar. "Hay que cambiar la dinámica. Buscar consensos entre todos, devolverle la institucionalidad al Senado y avanzar", sintetizó uno de los senadores peronistas que, cuando habla de "ellos", todavía se refiere a JxC.
La realidad es que, con el acompañamiento de Unidad Federal y los aliados de siempre -léase: Alberto Weretilneck, Magdalena Solari Quintana y Clara Vega-, el FdT llega al quórum. Pero solo por un voto (38 senadores). "¿Si se te enferma uno qué haces?", explicó un senador del FdT. Es por eso que el acompañamiento de JxC resultaba clave.
Pero en las últimas horas el FdT se encontró con un comunicado de JxC que criticaba a CFK, la acusaba de haber utilizado su rol como presidenta del Senado "para instalar su agenda personal que es la de cooptar a la Justicia" y ratificaba su decisión de no dar quórum mientras durase el juicio político a la Corte. ¿Qué había pasado? El día anterior el propio FdT había publicado un comunicado en el que denunciaba que había estado "trabajando casi en soledad" durante los últimos tres años. El mensaje de la bancada oficialista era una respuesta a una nota periodística que sostenía que CFK tenía paralizado el Senado. "Atacan a Cristina porque es la persona en la política que tiene mayor consideración popular, es la que más mide", cuestionó Mayans en Radio Con Vos. No fue el único: varias senadoras salieron rápidamente a pegarle a JxC y a los medios durante todo este viernes. "Santa Fe está en estado de emergencia porque la oposición no quiere votar nada", apuntó, a su vez, Juliana Di Tullio.
La tensión fue escalando y JxC sacó el comunicado. "Ahora no se qué va a pasar", se sinceró un senador oficialista. En principio, el próximo miércoles les presidentes de bloque mantendrán una reunión de Labor Parlamentaria para discutir qué temas se podrían tratar. La esperanza es que la crisis de seguridad en Santa Fe resulte incentivo suficiente para aplacar las tensiones y acordar una sesión para fin de mes.