La Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido este viernes una orden de detención por presuntos crímenes de guerra en Ucrania contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por deportación ilegal de niños ucranianos, un paso sin precedentes, al ser la primera vez que este tribunal pide detener a un jefe de Estado aún en el ejercicio de su cargo.
También es la primera vez en su historia que la CPI pide la detención del presidente de una de las cinco potencias con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Pero, ¿qué es la Corte Penal Internacional y qué competencias tiene? Se trata de un tribunal internacional permanente que se encarga de juzgar crímenes graves internacionales, como el genocidio, los crímenes de guerra y los delitos de lesa humanidad. Sus principios fundamentales, los crímenes que persigue y las penas que puede imponer están recogidos en el Tratado de Roma, que fue fue adoptado en julio de 1998.
La Corte empezó a funcionar en 2003 y sucedió a los tribunales ad hoc conformados en la década de 1990 para abordar crímenes atroces cometidos en la antigua Yugoslavia y en Ruanda.
Los crímenes que puede perseguir están recogidos en el artículo 5 del Tratado de Roma y son el genocidio, los crímenes de lesa humanidad, los crímenes de guerra y el crimen de agresión. Este tribunal se rige por una serie de normas y principios que lo hacen especial. Por ejemplo, la Corte solo entra en funcionamiento cuando un país no juzga o no puede juzgar a alguien. Solo puede juzgar a personas físicas, nunca jurídicas, salvo como hecho agravante por asociación ilícita. Nadie puede ser perseguido por la Corte por hechos o delitos cometidos con anterioridad a su entrada en vigor. Y tampoco puede juzgar a personas menores de 18 años en el momento de cometer el crimen.
La Corte puede abrir una investigación por tres vías. La primera es de oficio a través de su fiscal. La segunda, por petición de un Estado parte de la Corte y la tercera es por una solicitud del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Las penas que puede imponer pueden ser menores a 30 años o cadena perpetua. También tiene potestad para sancionar con multas o embargo de bienes. El condenado por la Corte puede cumplir la pena en Holanda -país sede- o en otro país según los convenios a los que llegue el tribunal.
¿Quién puede detener a Putin?
Pero, tras la orden de arresto contra Putin, la pregunta que se hace todo el mundo es si realmente es factible llegar a ver al mandatario ruso siendo detenido y posteriormente juzgado.
El primer envite judicial está dado pero dista mucho de ser definitivo. El Estatuto de Roma, piedra angular de la CPI, establece que la Corte no puede juzgar a ningún acusado 'in absentia', es decir, que necesita que el individuo en cuestión se siente en el banquillo y responda en persona por los crímenes que se le imputan. Sin embargo, no dispone de una institución capaz de ejecutar el arresto, por lo que depende de los Estados miembro.
Actualmente, 123 países han suscrito el Estatuto de Roma, pero entre ellos no están Rusia ni tampoco otros aliados del propio Putin, como podrían ser China o Bielorrusia. La CPI tampoco tiene potestad sobre India, anfitrión de la cumbre de líderes del G20 prevista para septiembre y para la que el Kremlin no ha confirmado ni desmentido ni confirmado aún que pueda acudir el presidente ruso.
Rusia no es miembro del tribunal porque no ha ratificado el Estatuto de Roma. Lo firmó en el 2000, pero retiró la firma en 2016 tras anexionarse Crimea.
Ucrania tampoco ha ratificado el tratado, pero ha reconocido la jurisdicción de esta Corte para investigar los crímenes de guerra en el país. Esto permite a la CPI procesar a ciudadanos rusos, incluido su presidente, por delitos cometidos en Ucrania.
La cuestión es dilucidar dónde podría ser detenido Putin. Por una parte, Rusia va a negar cualquier colaboración con la CPI al respecto. Su detención requiere de la connivencia de los países a los que pudiera viajar el presidente de Rusia, que desde que inició la invasión a Ucrania ha reducido al máximo sus desplazamientos al extranjero.
La CPI reconoce por tanto que, cuando dicta una orden de arresto y tiene indicios "razonables" para pensar que un determinado individuo ha cometido delitos que caen dentro de su jurisdicción, requiere de la colaboración de los países. En este sentido, recuerda en sus documentos que para arrestar a un prófugo no es necesario haber firmado el Estatuto de Roma y que en el pasado ya pidió la colaboración de países externos.
Además, y aunque los países firmantes del Estatuto de Roma tienen la obligación de ejecutar las órdenes de detención que haya pendientes, no sería la primera vez que un país esquiva esta orden. En 2015, Sudáfrica evitó detener al entonces presidente de Sudán, Omar al Bashir, alegando que tenía inmunidad por acudir a una cumbre de la Unión Africana.
Los pasos a seguir si se detiene a Putin
Una vez detenido, el sospechoso sigue un proceso que depende en un primer momento de las instituciones del país donde se haya procedido al arresto. Debe comparecer ante la autoridad judicial competente, que examinará si se han cumplido o no las leyes y si es pertinente la entrega a la CPI, dentro de un proceso que se diferencia del de extradición.
Putin no es la única persona por la que la CPI ha dictado una orden de arresto. También ha citado a la política rusa María Lvova-Belova, comisionada presidencial para los Derechos del Niño en Rusia, con la misma acusación. Ambos están acusados de deportación forzada de niños, lo que se traduce en un crimen de guerra. Rusia siempre se ha referido a que estaba rescatando a niños ucranianos para darlos en adopción a familias rusas. Un argumento que no tendría muchos visos de ser creído por parte de los jueces del tribunal que los llegara a juzgar, si se diera el caso. Por el momento, primero deben ser detenidos, extremo que se antoja complicado.