Estafaban con una mano sobre la biblia. Siguen a Jair Bolsonaro, son golpistas y sorprendieron a sus víctimas en el mundo del fútbol. El caso estalló en estos días cuando el principal afectado fue el mejor jugador del torneo brasileño en 2022: Gustavo Scarpa, hoy en el Nottingham Forest de la Premier League. Invirtió una parte de su fortuna - 6,3 millones de reales (alrededor de 1.260.000 dólares)- en criptomonedas y no es el único que cayó en el plantel de Palmeiras, cuando se arriesgó en su fallida inversión. Mayke perdió 4.083.000 reales y el arquero Weverton otra suma no precisada. Partícipe necesario de esta cadena que dejó a varios damnificados habría sido un ex compañero de los tres: William Gomes de Siqueira, Bigode, el delantero que hoy está en Fluminense, pero que declaró sentirse igual de perjudicado.
En este esquema de apariencia piramidal, del que en la Argentina tuvimos un antecedente en la empresa Generación Zoe – también con llegada al ambiente del fútbol profesional- los incautos con aspiraciones de hacer plata fácil son el insumo principal. En Brasil quedaron atrapados jugadores de élite como los campeones de 2022. Su pecado fue creer que tendrían una rentabilidad del 3,5 al 5% mensual en un país que no tiene demasiada cultura de ahorro. Según el Servicio de Protección del Crédito (SPC), “más del 70% de los consumidores no saben cuánto pagan de interés en su tarjeta de crédito”.
La estafa que sufrió Scarpa, figura indiscutida en Palmeiras y de poco rodaje en Inglaterra, un jugador culto, lector de Orwell y Kafka y amante del Skate, no hubiera sido posible sin el papel que cumplieron dos empresas de dudosa existencia. El volante que le dedicó un gol a Jean Valjean, el personaje principal de Los Miserables, le entregó su dinero a Xland Holding Ltda, a cuyo frente se encontraba, entre otros, el empresario Gabriel de Souza Nascimento, un connotado golpista pro Bolsonaro que participó en movilizaciones de apoyo al expresidente. La trama completa de esta historia se conoció en Fantástico, un programa de la cadena Globo, que difundió los audios que permitieron llegar hasta las víctimas y victimarios.
Xland gestiona inversiones en criptomonedas y además de De Souza, es manejada por Jean Ribeiro, su director general. A ellos estaba vinculado William Bigode, cuando les sugirió a sus excompañeros de Palmeiras que apostaran sus millones de reales. Pero, ¿qué ocurrió según el futbolista que habría sido el facilitador de la maniobra?
La empresa se apoyaba en las espaldas de una más grande: la plataforma de criptomonedas FTX, quebrada en noviembre de 2022. Su fundador, el estadounidense Sam Bankman-Fried, vivía en Bahamas hasta que fue extraditado a EE.UU. El personaje seguía el manual de seducción para atrapar infelices sin importar cuál fuera su nacionalidad. Solía mostrarse rodeado de famosos, políticos y deportistas. A escala planetaria, una especie de Leonardo Cositorto, CEO de Generación Zoe pero vinculado a nuestros más cercanos y queribles Chacarita y Deportivo Español de los que se valió para publicitar su esquema piramidal de estafas.
El argentino está detenido hoy en la cárcel cordobesa de Bouwer, después de que fuera extraditado desde República Dominicana. Lejos de abandonar conductas pasadas, desde la prisión opera una nueva plataforma virtual para captar inversores: All Us Education. El multiprocesado Cositorto se autoproclamó “víctima de los medios de comunicación” en una entrevista que le concedió al canal C5N en 2022 y declaró sin que se le moviera un músculo de la cara: “No sé a quién estafábamos ayudando a 110.000 personas a nivel mundial”. Así piensa el empresario imputado por asociación ilícita y estafas reiteradas.
La conducta de los defraudadores brasileños no difiere demasiado de las prácticas de Generación Zoe. Pero tiene una connotación religiosa. De la investigación presentada por Globo se desprende que cuando Scarpa le pidió explicaciones a William Bigode, su excompañero en Palmeiras le dijo: “Solo te queda rezar”. El delantero de Fluminense, si bien no pertenecía ni a FTX ni a Xland, si era uno de los socios de WLJC Consultoria e Gestão Empresarial, de la que no existen registros de estar regulada por ningún organismo del mercado financiero.
Cuando el volante del Nottingham Forest percibió que había un engaño en la inversión a mediados del año pasado, en noviembre presentó una denuncia. Su abogado dijo en el programa de Globo que Scarpa se encontraba “muy decepcionado, insatisfecho y muy molesto”. En su descargo, Bigode –bigote en portugués- grabó un video en TikTok explicando su versión. Él, como su mujer, Camila Fava, se declararon también damnificados de Xland por 17,5 millones de reales y 1,6 respectivamente.
Ésta, la compañía del golpista De Souza Nascimento, operaba bajo el pretexto de que tenía como respaldo una gran cantidad de piedras preciosas de Alejandrita, una gema de color verde oscuro muy valorada. El empresario se defiende hoy diciendo que la quiebra de FTX –la segunda casa de criptomonedas del mundo - arrastró a Xland y que operaba dentro de la plataforma que lideraba el norteamericano Bankman-Fried. Con De Souza trabajaba Ribeiro, otra pieza clave en este entramado de estafas que hasta ahora difuminó las inversiones de Scarpa, Mayke y Weverton. El empresario es un fiel seguidor del legado bolsonarista. En sus redes sociales defendió a un diputado de Mato Grosso do Sul, João Henrique del PL-MS, que mostró en el recinto una edición del libro Mi lucha, de Adolf Hitler.
La figura del Brasileirao 2022 le pidió a Ribeiro que le devolviera su dinero, pero no tuvo noticias. Xland era prolífica en juicios, al menos en el estado de Acre, el más occidental de Brasil. El volante presentó su denuncia contra la empresa y el propio William Bigode.
En un artículo de Artur Nicoceli publicado por Globo1 el 13 de marzo, el periodista explica: “El que organice, administre, ofrezca o distribuya carteras o medie en operaciones que involucren criptomonedas para obtener una ventaja ilícita en perjuicio de otros, induciendo o manteniendo a alguien en el error, incurrirá en el delito de estafa con uso de activos virtuales. La pena es de prisión de cuatro a ocho años y multa”.
A finales del gobierno de Jair Bolsonero se aprobó una ley para regular el mercado de criptomonedas. Brasil es uno de los diez países más activos en este tipo de plataformas. La norma se votó después de la caída de FTX. Ya era demasiado tarde.