A medida que el cierre de listas se acerca, el operativo "Luche y vuelve" para romper con la "proscripción" de Cristina Fernández de Kirchner empieza a tomar carrera. El plenario militante en Avellaneda fue el punto de largada y desde entonces la dirigencia kirchnerista se las rebusca para diseñar estrategias que permitan reconectar con una desmovilizada - y, por momentos, confundida - militancia, partiendo de la base que sin presión callejera la condena firme a la vicepresidenta es sólo cuestión de tiempo. Algunes presionan por su candidatura, otres pugnan por que sea la gran electora, pero para todes el objetivo es el mismo: que la vicepresidenta recupere la centralidad política y que, a su vez, lo haga con una multitud movilizada detrás de ella. En la misma línea, aunque en distinta sintonía, CFK también está pugnando por recuperar su centralidad como líder del Frente de Todos, multiplicando las apariciones públicas. Después del acto en Río Negro, la cumbre del Grupo de Puebla el martes será su reaparición estelar, no solo por el espaldarazo que le darán los principales líderes de la región, sino también por la presencia militante que se organizará afuera del CCK.
Al igual que la semana pasada --primero con la aparición de la vice en Río Negro y después con el tórrido plenario militante en Avellaneda--, será un acto dividido en varios movimientos. Primero, la reaparición pública de CFK en el Centro Cultural Kirchner en el marco marco del III Foro Internacional por los Derechos Humanos. Allí, la vicepresidenta cerrará el encuentro "Voluntad popular y democracia: Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia", en el que participarán referentes internacionales como Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), José Luis Rodríguez Zapatero (España) y Ernesto Samper (Colombia). La actividad girará en torno al lawfare en la región y se espera que CFK ratifique la sentencia que había dejado la semana pasada en Viedma: "Su único objetivo (por el Poder Judicial) es la proscripción".
En paralelo, el comando de campaña de "CFK2023" trabaja en profundizar el plan de lucha que permita que la vicepresidenta sea la candidata a presidenta del peronismo. Uno de los principales impulsores de la candidatura de CFK es el lanzallamas oficial del cristinismo en la guerra abierta con Alberto Fernández, Andrés "Cuervo" Larroque. Lo acompañan también los comensales habituales de la "mesa de Ensenada": el gobernador Axel Kicillof, intendentes como Mario Secco y Jorge Ferraresi, dirigentes sindicales como Hugo Yasky y Vanesa Siley, y numerosos dirigentes bonaerenses como Carlos Bianco, Teresa García, Walter Correa, entre otres. El músculo, sin embargo, es el de las organizaciones agrupadas en La Patria es el Otro, ese espacio que Larroque fue armando con varias organizaciones de base K que habían quedado por afuera del espacio de referencia de La Cámpora. Y es que la orga de Máximo Kirchner se encuentra hace tiempo en una encerrona, con la diáspora de sus principales referentes en distintos cargos Ejecutivos y una confusión generalizada de la militancia sobre el rol que se ocupa dentro de la propia alianza de gobierno.
La dirigencia observa con preocupación el estado de desmovilización general que hay en las bases. "Hay una endogamia que nos está alejando mucho de todo", se queja una dirigenta porteña, que como muches observa como la distancia entre la cúpula de las "orgas" y las bases es cada vez mayor. En el plenario militante de Avellaneda se escuchó mucho un reclamo: "Tenemos que dejar de hablarnos a nosotros mismos, hay que volver al territorio". Este desacople constituye uno de los principales problemas en el plan de lucha contra la proscripción de CFK. "Esto no se resuelve en Tribunales, se resuelve en la calle. Los tenemos que hacer cagar de miedo, es la única forma", explica un funcionario bonaerense.
Más allá de los reclamos, gran parte de la dirigencia kirchnerista se mostró muy satisfecha por la convocatoria que tuvo el plenario - participaron un total de 20 mil personas pese a los 40 grados a la sombra -, por lo que el objetivo ahora es mantener viva la participación y el activismo de la militancia. En el último encuentro que se realizó en Ensenada, el comando de campaña de CFK resolvió comenzar a multiplicar la experiencia del plenario en distintos puntos del país. Es decir: federalizar el plan de lucha y organizar actos y encuentros militantes en el NOA, el NEA y la Patagonia. El primero será durante la primera quincena de abril en Chaco, tierra de Jorge "Coqui" Capitanich, uno de los posibles candidatos del kirchnerismo en el caso de que CFK termine declinando su candidatura.
Más allá de la agenda federal, todo el músculo político de la militancia kirchnerista está concentrado en el 24 de marzo. Toda la semana estará repleta de actividades de alto voltaje político, pasando por el discurso de CFK el martes y los diversos actos y coloquios enmarcados en el reclamo de "Memoria verdad y Justicia", pero la frutilla del postre será la marcha del Día de la Memoria. Luego del malestar que expresaron los organismos de derechos humanos ante la idea de un sector del kirchnerismo de aprovechar la fecha para reclamar contra la proscripción de CFK - la propia Estela de Carlotto tuvo que salir a pedir "no mezclar" -, se terminó decidiendo que solo se marcharía de la ex ESMA a Plaza de Mayo. Así, la dirigencia descartó de lleno un reclamo que había surgido de algunos sectores de la militancia de movilizar "de la Plaza a Tribunales". "El 24 tienen que estar las consignas del 24", afirmó un dirigente kirchnerista que viene motorizando, desde hace meses, el clamor por la candidatura de la vicepresidenta.
Había expectativa de que, en el marco del Foro Internacional de Derechos Humanos, la vicepresidenta participara del coloquio de cierre que se va a realizar el 23 en el Espacio Memoria ESMA. Pero, finalmente, se terminó fijando su participación para el martes en el marco del encuentro del Grupo de Puebla en el CCK. Si bien no será tan masiva como la convocatoria que se está organizando para el 24, el entorno de la vice buscará movilizar el martes. La idea es colocar una pantalla gigante afuera del CCK y que la militancia - orgánica e inorgánica - pueda seguirlo desde afuera y, si ella así lo busca, saludarla cuando termine el encuentro.
Si bien se definió que el 24 no se marcharía a Tribunales, el kirchnerismo ya está preparando su alternativa para el 13 de abril. Será una gran movilización que, a 7 años de que CFK fuera citada a declarar por el juez Claudio Bonadio en la causa dólar futuro, se buscará elevar con fuerza el reclamo contra su proscripción. Después, la idea es que cada fecha importante - como el 1 de mayo o el 25 mayo - se organice alguna actividad que ayude a crear las condiciones para que CFK pueda ser candidata. No queda mucho tiempo tampoco. Pasó desapercibido, pero una de las figuras más cercanas de la vicepresidenta, el senador Oscar Parrilli, dio un ultimátum hace unos pocos días: "Antes de la presentación de listas, Cristina tiene que ser absuelta".