El lanzamiento de La Patria de los Comunes, el partido de los movimientos sociales que movilizó por primera vez a su militancia, volvió a poner en el centro de la escena las diferencias en torno a los consensos nacionales y provinciales en el seno del armado del Frente de Todos.
Presentado como “un partido político que expresa las ideas e intereses de los más humildes de la Argentina que sueñan con construir, desde abajo hacia arriba y de la periferia al centro, un país con tierra, techo y trabajo para todos”, la fuerza se propone “construir una corriente militante para el triunfo del Frente de Todos”, y en ese marco empieza a trazar una estrategia que se encolumna detrás de una nueva candidatura de Axel Kicillof en la Provincia de Buenos Aires, anticipa que jugará con un "candidato a Presidente propio" y ya se mueve pidiendo internas en los municipios más populosos del conurbano.
El acto se desarrolló en la cancha de Deportivo Español y colmó las gradas de militancia territorial con un protagonismo destacado del Movimiento Evita. De hecho, Emilio Pérsico ofició como orador principal en la calurosa jornada en la que también se sumaron las demás fuerzas que integran La Patria de Los Comunes, entre las que se destacan la Corriente Clasista y Combativa, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), la Organización Libres del Pueblo, y Barrios de Pie, conducida por Daniel Menéndez, que aseguró que el partido “busca un canal de participación para fortalecer a nuestro gobierno y señalar la necesidad de validarnos en el próximo proceso electoral”.
“Estamos cansados de hacer siempre lo mismo y obtener los mismos resultados”, lanzó Pérsico desde el estado en el que llamó a “terminar la revolución democrática que empezó Perón”. “La democracia es la síntesis de todos los sectores de la sociedad expresada en políticas de Estado, pero si hay un sector que sólo participa cuando los llaman a votar y del otro lado del escritorio están siempre los mismos algo no está bien” dijo el secretario de Economía Social de la Nación que agregó: “todavía no empezamos a ocupar los mostradores, y nosotros queremos una democracia en la que la mayoría sea del color del río Paraná porque la democracia es trunca si no tiene a todos los sectores adentro para construir el bien común”. “No queremos ni más ni menos que lo que merece nuestro pueblo. Nosotros sabemos cómo hacer, déjennos el lugar”, aseguró en uno de los pasajes más celebrados de su discurso.
En esa empresa política se embarcan el grupo de movimientos sociales que, sin transparentar preferencias nacionales, aseguran estar dispuestos a pelear por espacios de representación en cada uno de los municipios en los que consideren la necesidad de salir de disputar con los otros espacios del oficialismo.
Sin poner en cuestión la conducción provincial de Kicillof, la base de lo que el Movimiento Evita y sus aliados se proponen tiene su principal batalla en La Matanza. La diputada provincial Patricia Cubría, esposa de Pérsico, es la cara de una campaña que se le para al peronismo tradicional en el distrito más paradigmático del conurbano y apunta, sin matices, contra el actual intendente Fernando Espinoza, un hombre que jamás perdió una elección en su distrito, que además es el presidente del Congreso del Partido Justicialista bonaerenses, el titular de la Federación Argentina de Municipios y esposo de la vicegobernadora, Verónica Magario.
Directamente a ellos fue apuntado el spot con el que Cubría arrancó el año electoral y que rápidamente se viralizó en las redes sociales. En el seno de la naciente partidaria aseguran que la disputa en el distrito electoral más importante de la Provincia es sólo un primer paso que empezará a replicarse en la discusión que excederá a las conducciones municipales y también tendrá lugar en la batalla por las bancas en la Legislatura y el Congreso de la Nación.