Aunque había un escenario en el estadio Mario Alberto Kempes, Talleres y Banfield no brindaron lo que se podría definir como un show. Claro, la estructura que estaba al costado de la cancha correspondía al que sí realizó Joaquín Sabina la noche anterior y que los organizadores no llegaron a desarmar antes del partido. Insólito.
Cuestión que en una jornada donde el árbitro Darío Herrera y el VAR no pasaron desapercibidos, Banfield dio la sorpresa y ganó 1-0 para abultar su flojo promedio y, de paso, alejarse un poco de la zona baja de la tabla. Este fue el segundo triunfo seguido del equipo de Javier Sanguinetti, que venía de derrotar por mismo resultado a Boca en el Florencio Sola y poner fin a la seguidilla de seis partidos sin alegrías con la que arrancó el año.
Por su parte, Talleres sumó su tercera presentación sin triunfos (un empate, dos derrotas) y perdió la posibilidad de alcanzar a San Lorenzo momentáneamente en las posiciones. A los de Gandolfi les viene costando de local y sumaron su tercera derrota en lo que va de 2023 en esa condición.
La historia se definió en el segundo tiempo cuando el árbitro fue al VAR y se retractó de lo que primero había señalado como plancha del atacante Milton Giménez sobre el defensor Juan Portillo. Tras revisar la jugada, detectó que Gimenéz llegó antes a la pelota que su rival, que terminó impactándolo con su fallido rechazo. El uruguayo Brahian Alemán le rompió el arco al otro Herrera, Guido, arquero de Talleres, y Banfield pasó al frente.
Lo que siguió fue el Taladro prendiéndole casi todas sus velas a su uno, Facundo Cambeses, la gran figura del partido. Claro que guardo algunas también para el VAR, como cuando Maciel metió un codazo dentro del área que sólo advirtieron los cordobeses. Definitivamente, no fue la noche de la T, que la próxima fecha visita nada menos que a Instituto.