River llegó a la punta del campeonato con una clara victoria 2-0 contra Sarmiento, que tuvo algunos buenos momentos buenos en el partido y contribuyó a que resultara un duelo entretenido.
River no pudo repetir el equipo que había goleado a Godoy Cruz, porque la lesión de De la Cruz obligó a la entrada de Barco. Lo que si repitió es la idea de poner un solo delantero de punta, y muchos volantes y defensores en subida permanente.
La asamblea de mediocampistas hizo que el equipo de Demichelis controlara la pelota, o mejor dicho, la monopolizara en la franja central. Mucho toque corto, mucha rotación, y paciencia para encontrar los huecos.
Sarmiento también amontonó muchos jugadores, pero con la intención de cortar los circuitos de juego del rival. Y pudo desactivar muchos ataques prometedores de los visitantes, pero nunca encontró a Enzo Díaz que trepaba por su andarivel, y siempre recibía con libertad.
En una jugada en la que el número 13 de River incursionó en el ataque llegó el penal y el primer gol. Enzo Díaz recibió de Nacho Fernández, tocó hacia atrás para Aliendro, y el remate del ex jugador de Colón dio en las manos de Gabriel Díaz que se había arrojado al piso para tapar con un brazo extendido. Penal. Lo ejecutó Beltrán, le pelota para un lado y el arquero para el otro en el arranque del partido.
Si River se tiene confianza con el juego que practica , mucho más con la ventaja, y pudo llegar al segundo gol en más de una ocasión. En una Beltrán pateó desde un costado y en la otra, entrando por el medio, y en los dos casos se chocó con las manos firmes de Meza.
Lo bueno que produjo River en ataque en los 45 minutos iniciales no se extendió a su funcionamiento defensivo. Con la movilidad de los dos de punta, Toledo y Gondou, los de Junín tuvieron sus llegadas. En una Toledo se fue increíblemente solo, con cinco rivales a sus espaldas a cinco metros de distancia por lo menos, pero levantó el remate y perdió un gol cantadísimo.
Esa fue la más clara pero hubo otros dos disparos desde cerca, uno de Gallardo y otro del hábil Gondou, que se aprovecharon de los huecos defensivos pero encontraron bien parado a Armani, que salvó el peligro en ambas ocasiones.
El segundo tiempo fue distinto. Entraron Melano y Lisandro López, Sarmiento se paró unos metros más adelante y el dominio de la pelota y el terreno se hizo más repartido, sobre todo porque River empezó a perder la precisión en el toque del primer período.
De todos modos, los locales inquietaban poco a Armani y sobre la mitad de la segunda etapa River encontró el segundo gol con un remate de Palavecino, muy esquinado, que desorientó a Meza, quien esta vez opuso muy poca resistencia. La frutilla del postre para River fue la entrada de Matías Suárez en el último tramo.