El régimen Apartheid se extendió desde 1948 hasta 1992, la segregación y el odio racial se formalizó mediante un conjunto de leyes y normas que regulaban las relaciones entre la minoría blanca y la mayoría no-blanca en Sudáfrica, estableciendo la segregación racial y la discriminación política y económica hacia la población no-blanca. A lo largo de esas décadas, se promulgaron cada vez más leyes para controlar y restringir la vida cotidiana y los derechos de los sudafricanos no-blancos. El sistema de pases era uno de los pilares fundamentales de la segregación racial y étnica del régimen del apartheid y una herencia de los gobiernos coloniales y sudafricanos anteriores a 1948.
A estas leyes se sumaban aquellas que habían repartido casi el 90% del territorio sudafricano entre la población “europea” (aproximadamente el 10% de la población del país) y divido el territorio restante en áreas rurales designadas para los distintos grupos raciales o étnicos “no europeos”, además de la institución del trabajo migrante como sistema de explotación de esta mayoría. Las condiciones de vida en estas áreas rurales y aquéllas zonas urbanas “no europeas” eran de pobreza, hacinamiento y falta de todo tipo de servicios.
La Ley de Pases, que suscitó la manifestación en Sharpeville, era un sistema utilizado para controlar el movimiento de las personas negras e indias, quienes requerían llevar un documento (pase) que autorizara su presencia en determinadas áreas. Los pases especificaban las áreas en las que las personas tenían autorización para cruzar o estar; quien fuera encontrado fuera de sus áreas permitidas, era arrestado.
En marzo de 1960 se organizó una multitudinaria protesta pacífica en Sharpeville en la que los participantes se negaban a llevar dichos pases. Luego de la brutal represión se empezó a conocer el hecho como la Masacre de Sharpeville. En 1966, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 21 de marzo como el Día internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial en honor a las víctimas de Sharpeville e instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial. En 1979 la Asamblea General decidió que todos los años, en todos los Estados, a partir del 21 de marzo, se organizase una semana de solidaridad con los pueblos que luchan contra el racismo y la discriminación racial.
A la masacre de Sharpeville siguió un aumento de las acciones de protesta como la quema de pases, lo que derivó en la declaración del Estado de Emergencia y el aumento de la represión. Aquellos hechos supusieron un hito que marcó la escalada de la represión, el cambio de estrategias en la lucha por la liberación, la condena internacional por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas e incluso, con el tiempo, su conmemoración el 21 de marzo como Día de los Derechos Humanos en Sudáfrica y Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial.