El ex presidente Mauricio Macri retornó de su viaje por Europa y desembarcó en Rosario, donde tuvo encuentros con gobernantes, con posibles candidatas de Juntos por el Cambio, habló sobre el narcotráfico y dijo que si ganan este año van a revertir las estadísticas del crimen. Es decir: la agenda de un candidato. No obstante, pese a la presión para que se defina, en el entorno de Macri no lo ven apresurado por decir si será o no candidato a presidente. Ni esta semana, ni en las próximas. Más bien parece que la definición se va a estirar todo lo posible, para pesar de sus adversarios internos. El ex mandatario parece disfrutar especialmente de la atención que genera la posibilidad de que se lance o no este año.
Si se observan los distintos movimientos internos, hay varias señales que apuntan a que Macri no se presentaría este año. Por ejemplo, el hecho de que uno de sus hombres de mayor confianza, el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, ya se haya jugado a ser candidato a gobernador de Patricia Bullrich.
O el hecho de que sus dirigentes de confianza están repartidos en los equipos de campaña de los otros candidatos del PRO (Hernán Lombardi con Patricia Bullrich, Darío Nieto con María Eugenia Vidal y, más recientemente, Pablo Avelluto con Horacio Rodríguez Larreta) y no trabajando para una campaña de Macri o para recaudar fondos para él. No obstante, son todas piezas que podrían volver como los metales hacia el imán si Macri anuncia que será candidato (e incluso volverían con información valiosa de sus adversarios internos).
A quienes le preguntan en privado, Macri les viene dando la idea de que no está anotado para ser candidato. Con todo y eso, todavía existen dudas y una expectativa por su definición. Aún quienes tienen un trato cercano con él no se animan a pronosticar si finalmente será candidato o no. Lo que sí dejan en claro es que la definición no será esta semana, como vienen esperando desde los otros sectores del PRO, ni siquiera está claro que sea este mes o el que viene.
De campaña
Macri volvió de su viaje a Europa y retomó lo que viene haciendo desde hace un año: moverse como candidato sin decir que lo es. Con ese objetivo, viajó a Rosario con una agenda de campaña: se reunió con el intendente Pablo Javkin, hizo recorridas con candidatos del PRO como Cristian Ritondo o Federico Angelini, tuvo otro encuentro con la posible candidata a gobernadora santafesina Carolina Losada, se vio con empresarios locales, visitó la Fundación Libertad e hizo una presentación de su libro ¿Para qué?, donde postula un plan de gobierno para 2024-27 donde el ajuste sería sin gradualismo.
En sus numerosas declaraciones, Macri volvió a mostrar que está obsesionado con la derrota que sufrió, especialmente, en las PASO de 2019, tema que nunca parece haberlo abandonado: "Va a llevar un esfuerzo volver a ese 11 de agosto donde el barco giró de vuelta y fue hacia el mundo del populismo destructivo, nocivo, -volvió a retar a los votantes- que nos ha puesto en este lugar donde hoy tenemos menor salario, mayor inflación, más inseguridad, menos energía, hemos vuelto a tener que importar energía, se nos corta la luz y así podíamos seguir detallando montones de cosas”.
Con respecto al narcotráfico, Macri prometió: "Vamos a hacer desaparecer el miedo de Argentina. El combate contra el narcotráfico tiene que ser una prioridad para toda la dirigencia. No podemos estar en manos
de esta gente, que quiere tomar el control de toda la sociedad". Ritondo lo acompañó por pedido del ex presidente, que destacó su rol para combatir el narcotráfico cuando fue ministro de Seguridad bonaerense.
“Hay que volver a invertir, usar inteligencia, trabajar coordinadamente y en conjunto. Acá no trabajan juntos, ni siquiera con el partido propio, son campeones mundiales del desquicio”, le apuntó al oficialismo. También dijo que su programa será "siendo parte del mundo, no podemos seguir apoyando dictaduras y diciendo que son democracias como Venezuela o Nicaragua”.
Macri se mostró reacio a contestar las preguntas de los periodistas, que quisieron saber qué opinaba de la decisión de Elisa Carrió de que la Coalición Cívica abandone el frente en Santa Fe porque, según dijo, "hay muchas personas vinculadas al narcotráfico". Molesto, el ex presidente respondió: “Yo diría que es una militante en la política, una dirigente en la larga trayectoria, así que ella está perfectamente capacitada para explicar cada cosa que dice. No necesita que yo ande explicando lo que ella plantea”. Ningún comentario sobre la acusación de que tienen narcos entre sus filas.