En una celebración histórica y ante una platea que lo vivó como candidato propio, el gobernador Axel Kicillof acompañó ayer por la tarde en el municipio de Ensenada el acto de
normalización de la CGT Regional La Plata, Berisso, Ensenada, Magdalena,
Brandsen, General Paz y Punta Indio, tras 17 años de negociaciones. "Vamos a ganar militando en la calle", dijo y remarcó: "El peronismo
no se va a bancar otra proscripción", en referencia a la
inhabilitación para ejercer cargos públicos que pesa sobre la
vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ante centenares de trabajadores y trabajadoras de la región recordó que el movimiento obrero se forjó en la lucha, en la resistencia, en la conciencia y en la solidaridad, teniendo en claro cuál es su misión histórica". Y dijo: "Hoy se ha aplicado el primer criterio que le da fuerza al movimiento obrero: la unidad de los trabajadores y trabajadoras". En ese instante, la platea comenzó a cantar "unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode".
Julio Castro, flamante secretario regional, dijo: "Contá con nosotros para todo lo que necesites, tenés todos estos soldados y a nosotros, que te vamos a respaldar en todo lo que pidas". Abel Furlán, secretario de interior de la CGT Regional, aseguró: "Axel es un compañero nuestro, es el que mejor interpreta a los trabajadores en la provincia de Buenos Aires y lo vamos a seguir apoyando para seguir transformando la provincia y esta realidad". El Secretario General adjunto de la CGT nacional, Andrés Rodríguez, dijo: "Vamos a garantizar que tenga un nuevo mandato, ha recorrido toda la Provincia, ha buscado soluciones, merece que la fuerza del trabajo lo respalde como corresponde".
Kicillof habló de la unidad del FdT y de un triunfo de "abajo para arriba". Recordó que eso se gestó "en cada uno de los pueblos, de los barrios, de las fábricas y no había localidad o partido donde no estuviera el movimiento obrero esclarecido obligando a la dirigencia a forjar esa unidad. Y así se formó la unidad que nos dio el triunfo: de abajo para arriba, pero hizo falta mucha comprensión y generosidad". Y agregó: "Pensaron que se podía gobernar desde el Obelisco, desde TN, desde Clarín, desde La Nación y era desde acá, desde la capital de la provincia con el orgullo de los trabajadores y las trabajadoras".
La actividad fue parte de un día agitado que incluyó foto con Máximo Kirchner después de los chispazos en el plenario de Avellaneda.