Con la detención de Marcelo Corazza, el exparticipante y productor de Gran Hermano, en el marco de una investigación por corrupción de menores y trata de personas, el reality show quedó salpicado una vez más por un escándalo.
"GH" es uno de los pocos programas que consiguen entretener y sostener la atención del público en la televisión a nivel mundial a dos décadas de su primera y original emisión en los Países Bajos. Debido a su éxito, el formato se replicó en varios países, siendo Argentina uno de ellos: Corazza fue el ganador de la primera edición del 2001, y luego se convirtió en el productor de la temporada 2022-2023 del reality show, que continúa emitiéndose por la señal de Telefé y que llegará a su conclusión el próximo lunes.
Si bien la detención del exganador y productor de Gran Hermano ocurre en el marco de una investigación por un presunto delito ocurrido puertas afuera de "la casa más famosa del mundo", no es la primera vez que la producción del reality debe responder y actuar por un escándalo y pedir disculpas a su público espectador.
Los antecedentes de violencia sexual en torno al programa de entretenimiento son muchos y se repiten en todo el mundo. A partir del caso de Carlota Prado, la exparticipante de 2017 de la versión española de Gran Hermano, que denunció uno de sus ex compañeros del programa por presunto abuso, la producción añadió una regla fundamental a su juego.
A diferencia de las ediciones anteriores, en la última temporada de todos los realities del mundo se incluyó una cláusula de consentimiento, la cual firman todos los participantes antes de iniciar el juego en la casa. Este procedimiento obliga a que cada una de las partes deba expresar de forma explícita a “Gran Hermano” -las cámaras de la producción- su conformidad de mantener relaciones sexuales, aunque se trate de una pareja establecida o que ya haya tenido intimidad dentro de la casa. Solo basta con un gesto de pulgar hacia arriba.
No obstante, en lo que va del año, en las ediciones que se llevan adelante en Brasil y Argentina, ya se suman varias denuncias por situaciones de acoso y abuso sexual dentro de la casa:
Acoso sexual en Gran Hermano 2023 Argentina
En noviembre del año pasado, un mes después del inicio del ciclo que conduce Santiago del Moro por Telefé, los usuarios de las redes y la organización Amnistía Internacional criticaron a la producción por el accionar de un ex participante que había abrazado y manoseado a uno de sus compañeros de habitación mientras dormía.
“Cuando dormís no hay consentimiento”, había resaltado la ONG a través de un posteo en sus redes, en la que denunciaba que el concursante Agustín Guardia había sido víctima del acoso de Thiago Almada, otro de los miembros del reality: “Lo tocó, besó, manoseó y se fue, junto a otros dos que miraban y se reían como si fuera un chiste”.
Asimismo, tiempo después, el exparticipante Walter Santiago, conocido como "Alfa", de 60 años, fue sancionado por Gran Hermano por haber acosado con comentarios sexuales a otra de las jugadoras, Constanza "Coti" Romero, de 20 años. "No voy a permitir de ninguna manera que te expreses en esos términos o mantengas ese tipo de conductas en mi casa", alegó "el dueño de la casa". No era la primera vez que el concursante mantenía este tipo de trato con las mujeres con las que convivía.
Expulsión de dos jugadores en "Gran Hermano Brasil 2023" por acoso sexual
La violencia sexual no es un problema excepcional de la edición argentina. La Policía de Río de Janeiro anunció el viernes pasado la apertura de una investigación contra dos participantes de Gran Hermano Brasil, luego de que ambos fueran expulsados tras haber sido acusados de haber ejercido el delito de acoso sexual contra una influencer mexicana que llegó al programa mediante un intercambio con el mismo reality show de México.
Los expulsados de la vigente edición brasilera fueron el cantante de rap MC Guimé y el luchador Antonio Carlos Junior, profesional de Artes Marciales Mixtas (MMA) conocido como “Cara de Zapato”.
En los videos que fueron divulgados más tarde en las redes sociales se puede ver que en una de las fiestas que se realizaron dentro de la casa el cantante MC Guimé tocó varias veces sin consentimiento a la influencer mexicana Dania Méndez. En el mismo evento ocurrió un segundo episodio: el luchador Cara de Zapato besó a la mexicana, también sin su consentimiento, y luego forcejeó con ella en una cama.
Debido a estos episodios, la emisora decidió expulsar a estos dos participantes. "Tenemos una invitada en casa. Una visitante. Una persona que ha venido de otro país. Pero, sobre todo, una mujer. Y, como todas las mujeres, merece un respeto absoluto. Por todo lo que hemos visto y oído, estoy aquí para decir que no nos gusta lo que vimos ayer. Fueron en contra de las reglas del programa", informó en vivo el conductor de BBB23, el periodista Tadeu Schimidt.
Juicio por presunto abuso sexual en la versión española de Gran Hermano
En noviembre pasado se dio inicio al juicio contra un exconcursante de Gran Hermano Revolution—la versión española del reality—, quien había sido acusado de haber cometido presunto abuso sexual contra otra ex participante, durante la emisión del programa en 2017.
La ex jugadora Carlota Prado denunció a José María López, su excompañero en la casa de España, con quien "había comenzado una relación sentimental” durante el rodaje del programa hace cinco años. La víctima asegura que el 3 de noviembre de ese año, el concursante habría abusado sexualmente de ella cuando se encontraba bajo los efectos de una fuerte borrachera, en una de las habitaciones de la casa, y bajo la mirada de las cámaras.
Prado se encuentra a la espera de la sentencia del Tribunal de Madrid, donde se lleva a cabo el juicio. La Fiscalía Provincial pidió 2 años y medio de prisión para el acusado, y además, una indemnización de 6.000 euros.
También pidió la misma cantidad de dinero a la productora del programa, por haberle enseñado las imágenes del presunto abuso a la víctima, al día siguiente de los hechos, frente a las cámaras y un público espectador masivo, y sin ayuda psicológica para asimilar lo que iba a ver.