Una de las condicionalidades del último acuerdo con el Fondo Monetario Internacional firmado por el hoy ex ministro Martín Guzmán y refrendado por el Congreso de la Nación, es la realización de revisiones trimestrales de la economía argentina. Eso consiste en que el FMI revisa cada tres meses las variables más importantes de la economía y decide si va a realizar los desembolsos correspondientes para pagar la deuda que se tomó durante el gobierno de Macri.
En su última revisión trimestral el 13 de marzo el FMI dijo que el gobierno debe tomar medidas tempranas y decididas para abordar de manera sostenible los costos fiscales de la aprobación “imprevista” de la moratoria previsional. Las organizaciones feministas que venimos coordinando y trabajando en una agenda pública concreta -que apareció muy fuerte el 8 de marzo pasado- hablamos de una agenda totalmente condicionada por el acuerdo con el Fondo y la necesidad de que se priorice el pago de la deuda que el Estado tiene con las mujeres, lesbianas, travestis y trans, antes que esa deuda ilegítima con el FMI. Desde estas organizaciones interpretamos que esa revisión del Fondo Monetario es un chantaje, una extorsión al gobierno argentino en tanto y en cuanto habla de una sanción imprevista de las moratorias previsionales.
Sabemos que las moratorias previsionales son una medida que el movimiento feminista viene defendiendo y haciéndola propia, en este caso la Ley de Pago de Deuda Previsional permitirá que más de 500 mil mujeres que durante toda su vida se han encargado de realizar trabajos de cuidado dentro de sus propias casas o mujeres que han tenido empleadores que no han hecho los aportes correspondientes, se puedan jubilar. Esa moratoria previsional estaba vencida desde diciembre y gracias a la lucha y a la articulación política de diferentes sectores hace pocos días se pudo sancionar en el Congreso de la Nación una prórroga.
Frente a la sanción de esa ley que nosotros festejamos públicamente, el Fondo Monetario habla de “una sanción imprevista” como si eso se hubiera salido del libreto que tenía pensado para la Argentina. Sobre todo, es bastante escandaloso que hable de que deben tomarse medidas fiscales para compensar eso porque de alguna manera lo que está diciendo es que para pagar esas moratorias van a tener que hacerse ajustes en otros sectores.
Para nosotras esto expresa muy concretamente que la acción del Fondo Monetario Internacional va en contra de nuestros derechos y por eso ya hace tiempo que sostenemos una denuncia muy concreta del colectivo Ni Una Menos, que también se ve reflejada cada 8 de marzo en los documentos, desde que el Fondo Monetario volvió al país en el año 2018. Venimos evaluando un deterioro de la calidad de vida de las mujeres, lesbianas, travestis, trans que se ve de manera muy elocuente. Salarios y subsidios que no alcanzan para nada, sumado a que no se pudo avanzar en agendas estructurales con respecto a nuestros derechos y eso, para nosotras, está totalmente relacionado con la deuda.
El objetivo de nuestro comunicado es mostrar también un músculo de organización por parte del feminismo capaz también de contestarle a esas revisiones trimestrales y que nosotras también hacemos de alguna manera revisiones cuando nos juntamos a armar un paro, cuando nos juntamos a ocupar la calle. Nosotras, nosotres también tenemos que poder transformarnos en una voz pública para mostrar que no solamente existe la voz de los mercados o la voz del Fondo Monetario, por eso nos pareció muy importante contestarle directamente al Fondo Monetario, que nuestra voz trascienda como un comunicado colectivo, hecho y firmado por organizaciones, no hay nombres individuales.
Somos casi 200 organizaciones, sociales sindicales, políticas, feministas, transfeministas, que le estamos diciendo directamente al Fondo Monetario y por supuesto también al gobierno nacional, que no vamos a ceder ningún derecho frente a las extorsiones del Fondo Monetario. Esto de alguna manera se teje en continuidad con el 8 de marzo y es importante que aparezca en acción un feminismo también capaz de contestar en la agenda pública los chantajes permanentes del Fondo Monetario.
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*Militante lesbiana feminista de Ni Una Menos. Socióloga e investigadora en la Universidad de Buenos Aires.
